miércoles, 31 de julio de 2013

NO ESTA VEZ


Y lamento decir que esta vez no voy a dar mi brazo a torcer, no por ti, ni por mi conciencia, ni por las heridas que todo esto pueda provocar, porque las heridas sanan cuando tienen tiempo de sanar, pero las mías… ya son tantas que el dolor no me deja respirar tranquila.

Lo siento en el alma, pero en cosas como esta no hay amistad que valga, ni tesoro que pueda comprar amnistía para detener los batallones que se irán a enfrentar cuando amanezca, antes de que se evapore la ultima gota de rocío desde el aire. Y créeme que no es fácil. Ya en el pasado renuncie mil y una vez a lo que mi corazón sentía por tratar de entregarle felicidad a alguien más, pero no esta vez. Ya me aburrí, quizás estoy muy vieja, y la soledad comienza a hacer estragos en mi piel, sin que todavía llegue mi final feliz. No voy a renunciar, porque clavé mis ojos en esos que me fascinan tanto, y los tuyos, no me los van a quitar.

Creo y de manera muy asidua que es turno de otra la maldición cargar, porque he decidido que él, por sobre todo, será mío, como mío es el tiempo, tiempo que gasto para decirte: que gane la mejor. 


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

SEREMOS EXTRAÑOS





Desde ahora seremos extraños,
Olvidaremos lo que nos unió,
Y borraremos aquellos años,
Imágenes que el viento destruyó.

Desde ahora seremos extraños,
Cada uno seguirá un camino diferente.
No habrá en nuestro futuro más engaños,
Sólo lo que de melancolía se acuerde la mente.

Seremos totales extraños,
Hipócritas personajes que jamás existieron,
Que creaban una obra de dramas y daños
Todo lo que los dioses, ni pensar pudieron.

Desde ahora tú y yo somos extraños,
Porque yo lo digo, porque yo lo quiero,
Porque nadie ha sabido de los besos huraños
De tus labios a las mentiras que confiero.

Desde ahora seremos extraños,
De esos extraños que amor compartieron,
Y por el producto de cantares tacaños,
Que a al mar su destino entregaron.

Desde ahora seremos extraños,
Y la historia que concebimos será cálido recuerdo,
Porque tu vida ya no la acompaño
Aunque seguirás siendo mío en alma y  cuerpo.



Todo lo propio, lo tuyo, lo nuestro


        


ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER 

lunes, 29 de julio de 2013

Y SENTIR EL OLOR A TIERRA MOJADA

Y sentir el olor a tierra mojada, tras un periodo de sequía considerable, dejar que se impregne en los poros, que corra por la sangre, después de asimilarla en la punta de la nariz, provocando la nostalgia inexplicable por  recuerdos de la infancia alejada.
Bailar al compás del polen volatizado que se escondía entre las grietas del suelo y que ahora dibuja ilusiones con forma de corazones con alas transparentes y pedazos de carbón donde debiera ir marcado con fuego y con lágrimas de dolor austero, tras dejar ir al amor de las manos de los enamorados. El nombre del que pienso antes de dormir.
Correr con las ninfas a jugar frente al lago y agrupar las estrellas disponiéndolas de tal forma que puedan transmitir el mensaje que guarda mis secretos al hombre que los provoca…que atraviesen el mundo y le muestren lo que yo no soy capaz, por temerle al miedo de tremolar frente a sus ojos, pero que desfallezco sino llego a mirarlos antes que cante el gorrión y ahuyente a mis compañeras nocturnas.  
Silbaré de noche entera canciones románticas que me limitan a solo pensar en el supuesto que se crearía si es que mis labios decidiesen vivir pegados a los tuyos… silbaré tu nombre mil veces por silbido, para atormentarme y caer exhausta buscando que tus brazos me cobijen… pero qué veo, el cielo se nubla, el viento corre ahora conmigo, el mensaje se esfuma y  yo dejo de silbar, comienzan a  cantar los grillos que saltan entre mis tobillos acariciando mis pies mojados por el rocío; las luciérnagas se forman delante de mi cabeza brillando como nunca antes el humano las ha visto y decoran mi cabello lacio y oscuro como los diamantes a la corona, el anillo y el collar; los queltehues deciden callar y tapar a sus crías, simplemente desaparecen de los caminos, las estrellas me distraen con su cintilar radiante, dejando al descubierto un universo de joyas exquisitas e inalcanzables, cubiertas por un lienzo aterciopelado negro y azabache, yo silbo de nuevo por la alegría de ver mi plan en marcha y  por el olor a tierra mojada que se levanta con cada bocanada de aire tibio que el viento exhala en mi cara. Veo a los queltehues levantar el vuelo perturbando mi estado de trance inducido, observando en el cielo que la estrellas cambian de posición dando respuesta a mi mensaje, escribiendo sobre las techumbres de una cuidad en llamas de parejas un: “yo también”

Ya no estaba sola en un mundo de a dos, existía alguien lo suficientemente loco como para transportarse al firmamento y jugar con el éter y sus acompañantes, ahora solo restaba encontrarlo… pero ese es el trabajo de las abejas. 


ESCRITO POR: FRANCISA KITTSTEINER 

MUTABILIDAD


Vaivenes de fantasías asechan el letargo de mi lecho y no me dejan descansar porque ponen ante mis ojos un banquete de romances con besos siniestros y abrazos lascivos siendo yo, un vagabundo al que le prohibieron comer.
Hay caricias en el aire que buscan a sus dueños enredándose entre la soltura de mis caderas forradas al satén, mientras que dibujo cobras sensuales con mi cabello oscuro y las desintegro una por una hasta formar un collar que entregaré a quién sea capaz de traerme la cabeza de Cupido ante mis pies.
Soy la Penélope que no quiso esperar a Odiseo porque se aburrió, porque se le estaba yendo la vida y no tenía con quién compartirla, porque ya se le secaron los ojos de tanto llorar la tardanza de su enamorado, porque la historia tenía que ser mejor.
Soy también, a veces, Hera, reclamando el amor infiel que le ha tocado, sufriendo los desaires de los engaños, pero creyendo en la redención de los pecadores. Soy la que carga con un peso que apenas puede soportar, pero que no pide ayuda, porque es de ella de quién se trata y su orgullo barato no se lo permite, mientras un dolor a pleno se aferra en mi garganta como la sapiencia de una muerte venidera, porque ya no aguanto más. Tengo derecho a una historia de amor y de lujuria. Tengo derecho a enamorar a mil galanes hasta arrastrarlos a su tumba y en su lápida grabar mis iniciales. Tengo derecho a caerme y levantarme sin dejar cicatrices ni llagas. Tengo derecho a burlar al destino una vez más y a sacarle la lengua cuando decida pasar por mi lado, el muy insolente.
Ahora, no soy más que una doncella en peligro a la espera del príncipe que venga a rescatarla, la Cenicienta a medio camino del baile sin saber lo que le aguarda tras las murallas del palacio.

Soy Francisca bailando un tango a media luz con un cigarro encendido y siendo observada por una figura escondida entre las sombras…Soy un gato jugando al ratón.



ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER

domingo, 28 de julio de 2013

EL FAMOSO BESO

Pretender que la vida depende de un beso,
Pero tuyo, para mí, siempre en la boca,
Porque conozco el momento en que caí loca,
Por tus ojos azules: La religión que profeso.

Y no solo pretender, sino que asumir y resignarse
A que no hay más luz que la de esos candiles fulgurosos,
Que se transforman en un laberinto peligroso,
Donde pagan condena los que se atreven a enamorarse.

Retrasarlo todo por ese famoso beso y no llega,
Esperar, siempre esperar, por no hacer nada evidente,
Es que el mundo no puede enterarse que soy la pretendiente,
Que por robarle ese beso, su vida entera, ante sus pies, despliega.


Camuflarse por miedo,  en lo cotidiano,
Hacer que las coincidencias, coincidan por obligación,
Miedo terrible de que los labios nunca terminen en la colisión
Certera justo en el lugar favorito de nuestros meridianos.


Saber en las entrañas, que por mucho tiempo que pase,
La historia, esta vez terminará en algo parecido a un final feliz,
Que las coincidencias se disfracen de algún deslíz,
Para que yo pueda ser la que por las noches, su espalda arropase.



ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER





sábado, 27 de julio de 2013

NO


Si me das una ilusión, no me la quites cuando duermo, no me la quites cuando me vaya tras una lágrima a refugiarme en el lamento de un quebranto. No me la quites.

Si me abrazas a escondidas, que sea prolongado para llenar las reservas del estío gris, hasta que vuela a verte y apearme a tus brazos como si fuera a morir en tres segundos. No dejes de abrazarme.

Si me quieres besar, bésame. Desgasta mis labios y extingue mis ganas de probar otros. Dame besos empalagosamente perversos que hagan temblar en la tierra, en el cielo y despierte a todos lo que en el infierno habitan.

Agóbiame con la lasciva y haz de éste un encuentro fugaz a la vista del mundo, que se retuerzan en la envida de lo que no pueden imitar porque no son nosotros y no tienen la carga de ser amantes que callan lo que llevamos dentro cuando las puertas se cierran, se apagan las luces y se acaban las visitas.


Si quieres que todo vuelva a ser como antes, pídeme perdón, redímete y expía tus pecados. Baña con tu sangre mis pies cansados y sécalos con los colgajos de tu piel curtida, transfórmate en mi sombra, pero sin que me dé cuenta. Arrepiéntete y teme.  


ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER

miércoles, 24 de julio de 2013

ENERO 24

Suenan los vidrios, corre viento en los caminos,
Es Enero 24 y la marea agita a las sirenas
Que gritan y con eso despiertan la sangre en mis venas,
Mientras se apresuran los autos y aúllan los caninos.

Rompen las olas tristes en los roqueros entumecidos
Y se me  escapa el sueño por los recodos de un rezo
Que elevo al cielo pidiendo por encontrar en un beso,
El alfabeto de palabras impresas en los gemidos.

Las sabanas pesan, se congelan y fatigan
Por la espera milenaria de la llegada de aquel hombre
Que escriba en mi piel con caricias de fuego, su nombre,
Que solo me quiera sin importar lo que le digan.

Gélidos los pies buscan el calor perdido
Y les da miedo correr porque está oscuro y callado,
Los ojos miran el cielo y lo ven nublado,
Vaticinando el regreso de los truenos con ruido.

Mi nariz huele a la distancia un perfume conocido
Y se dibuja la sonrisa que mis labios habían olvidado,
Obligando al corazón, entre palpitaciones exaltado,
A recordar aquel rostro que se ha desvanecido.

Reviven las lágrimas que lo tenían lejos enterrado,
En el panteón de los momentos vencidos,
Consumiendo las fuerzas, el frio, el suplicio concebido
Presenciando otra vez, los mejores tiempos evocados.

Se deshace de apoco la clausura del lecho,
Sintiendo en mi cuerpo el calor encontrado,
Que trae uno similar contra el mío presionado,
Y que termina agotado durmiendo en mi pecho.

Ya no suenan los vidrios, ni corre viento en los caminos,
Ha cambiado el día y queda el mar intacto,
Sigo teniendo frío, lo percibo en el tacto,
Pero ya no me importa, hoy sé que se cruzan los destinos.



ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER

A MEDIAS

Cuántos olvidos a medio olvidar,
Cuántos silencios a medio silenciar,
Cuántos queridos a medio querer,
Cuántos puedo a medio poder.

Cuántas palabras a medio hablar,
Cuántos rezos a medio rezar,
Cuántas vidas a medio vivir,
Cuántos poemas a medio escribir.

Cuántos sueños a medio soñar,
Cuántas canciones medio cantar,
Cuántos sentimientos a medio sentir,
Cuántas muertes a medio morir.

Cuántos pensamientos a medio pensar,
Cuántas búsquedas a medio buscar,
Cuántos descubrimientos a medio descubrir,
Cuántas aboliciones a medio abolir.

Cuántos recuerdos a medio recordar,
Cuántos cigarros a medio fumar,
Cuántas promesas a medio prometer,
Cuántas personas a medio ser.

Cuántas aventuras a medio aventurar,
Cuántas heridas a medio herir,
Cuántos dichos a medio decir,
Cuántos juramentos a medio jurar.

Cuántas burlas a medio burlar,
Cuántos reconocimientos a medio reconocer,
Cuántas lluvias a medio llover,
Cuántos documentos a medio firmar…

Cuántas lágrimas a  medio llorar,
Cuántos dolores a medio infligir,
Cuántas carreras a medio huir,
Cuántas ausencias a medio ausentar.

Cuántos placeres a medio dar placer,
Cuantas despedidas a medio despedir,
Cuántas cosas a medio hacer….


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER


CARAVANA



Y un día tembló la ingenuidad,
Cuando más tierna dormía la ilusión,
Atacó la sapiencia sin impunidad,
Sobre lo menesteroso de tenerte en la habitación.

Y así fue aumentando tortuosa la ansiedad,
Por profesar sin tapujos tanta devoción,
Perdiéndome en la mixtura de infierno y divinidad
Porque cuando tocaste mi cara, perdí mi absolución.

Maligna la concepción de toda esta poesía lisonjera,
Contando vaticinios de bizco aguacero prematuro,
Sin mostrar la naturaleza que dedujera
La finalidad de seducir a un amor ya maduro.

Cansado el suspiro en el tiempo se hubo congelado.
Y por la cacería se condensa bilis espesa,
Tras dejar reposando frío y en el lecho tirado,
Mi más reciente y última presa.

Cómo iba a saber yo ¡Oh condena!
Que terminaría hablando tonterías purulentas,
Engatusada de nuevo por una fantasía terrena,
Entrelazada de palabras baratas en venta.


Cómo iba a imaginarme que amaría,
Cómo iba a tener eso en cuenta,
Cómo iba a saber que en tus brazos moriría,
Porque mi deseo tu nombre frecuenta.

Dime, cómo iba a ser capaz de prevenir,
Que con tus ojos me alejaría del pasado,
Que con tus labios, sin querer volvería a sentir,
Cosas que ya creía haber olvidado…

¿Cómo? 





ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

jueves, 18 de julio de 2013

SOY SIN SERLO


Me estoy adueñando de un presente que no poseo, de un futuro que idealizo y que traigo encarnizado al hoy, y al ahora.
Me apropio de personas, ocasiones, momentos, lugares, emociones que no son mías, siquiera las podría vivir por falta de personas que interpelen las tórridas actuaciones de mis personajes en escena…
Me adueño de vaticinios que Dios todavía ni ha concebido, pero así también sigo esperando, sentada en acción por todo esto y mucho más porque sé que es mío, sé que ocurrirá, y tengo ganas de que acontezca lo antes posible, que el tiempo burle sus propias barreras y que por mí, cree una excepción, por ser yo de quién se trata, que se desdoble hasta el punto del clímax vital y me muestre los enigmas de los que soy estudiosa y obsesiva, que me diga: tú, si todo esto es tuyo, no te preocupes que será tuyo, ten paciencia. Pero es  justamente de lo que carezco por el miedo que engendro cada que vuelvo a pensar en todos aquellos que he convertido en parte ya de mi vida vivida a velocidad mortal.
Me he adueñado incluso de los hijos que no he parido, pero que retozan a mi lado y entre mis brazos a la noche, que lloran en mi ausencia y cuando llego se calman y buscan mi pecho sereno y protector.
Soy propietaria del amor más grande que Zeus pudo sentir, mas sigue en custodia latente por falta de acreedor que para mí tiene nombre y apellido, edad y residencia, altura y ojos verdes, pero que aún no logro encontrar, pues está lejos, pero como ya deje en claro que esta plantado en mi destino. Quizás mañana, quizás este mes, el siguiente, en un año, dos o tres, lo llamaré y besaré sus labios y desataré con él las quimeras de mis sueños infantiles que involucran a una princesa, un príncipe, un par de anillos y un “vivieron felices para siempre”

Todas mis canciones tendrán sentido entonces, al igual que los poemas, cuentos y la espera interminable que he tenido que  sobrellevar sola, en las sombras y todo porque todo tiene que ser sencillamente perfecto.


Pronto compartiré mis noches frías, y tendrán sentido aquellos momentos en que dejaba un lugar sin ocupar, porque al igual que todo, tiene dueño, y quien soy yo, para profana lo que por derecho le pertenece. 



ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

LLUEVE



Llueve y yo aquí pensando en él,
Llueve, tengo sueño y el frío juega al escondite entre mis dedos,
Llueve y en un bostezo he pronunciado su nombre otra vez,
Llueve y se remueven de su tumba mis miedos.

Llueve y el continuo caer de gotas hacen que de mi fluya sangre.
Ese dolor añejo con gusto a vino dulce se amalgama en mi boca,
Y mis entrañas se amotinan poniendo en el pecho, barreras de estambre,
Mientras, para callar mi cabeza, sirvo otra copa.

Otra copa que sigue lloviendo y él no está conmigo,
Invoco a un par de cigarros y algo de fuego que está larga la espera.
Quizás con quién anda que no llega mi amigo,
Quizás qué es lo que lo tiene entretenido afuera.

Llueve y nada más llueve y yo hecho raíces en este asiento roído
Y de a poco aparecen las hojas que cuelgan de mis cabellos lacios,
Cayendo frente a mí la manzana del pecado consumido,
Despertando al instante, la seguidilla de mis vicios.




Vicios triviales que comienzan con él y acaban en sus labios,
Con deseos fulgurosos del éxtasis sediento de lasciva locura,
Instintos asesinos desatados porque los demonios son sabios,
Contando que el sexo, oscuridad procura.

Llueve con olor a caramelo aglutinado de fantasías,
Depositándome suave sobre un cochón y trayéndome de vuelta,
Sacándome de encima las hojas, rociándome con supremas ambrosias,
Rodeada por relojes que me gritan y marcan la cuenta.

Cuenta del tiempo transcurrido y yo sin compañía.
Se me acaban los cigarros, mientras el día sigue condenado
Y sorbo licor de la copa ya medio vacía,
Rezando al cielo para que conceda un milagro improvisado.

Llueve y ya es tarde, estoy cansada y no ha llegado,
Lo maldigo hasta el cansancio por las fuerzas invertidas
Al quererlo tanto como ahora inconscientemente lo hago,
Pero por el orgullo que me queda, juro mientras cierro esta partida
Que no habrá excusa que valga a menos que esté muerto y enterrado.

Llueve y me fui caminando por las calles ese día,
Con la nariz roja por respirar aire congelado,
Mirando en todas partes nada más que porquería,

Hasta que me toma del brazo y se pone a caminar a mi lado.

Llueve y solo había llegado tarde.


Rancagua, 5 Mayo de 2010



ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

domingo, 7 de julio de 2013

MIRA QUE NO ME CONOCES




Tómame por doncella y verás en lo que me convierto,
Por amiga y duerme con un cuchillo bajo la almohada.
Por extraña y verás cómo comienzas a echarme en  falta,
Tómame por enemiga y comparte tus secretos en mis sueños.

Tómame por alumna y aprenderás más conmigo,
Por demonio y encontrarás la santidad divina,
Por loca y recién verás de los cabales sus cabales,
Tómame por quimera y seré la pesadilla más hermosa.

Tómame por sirena y el mar se convertirá en misterios,
Por tonta y todo cobrará razón hablando,
Por esclava y veremos quién gobierna a quién,
Tómame por inocente y la inocencia se erradicará bajo las sábanas.

Tómame por sorpresa y entenderás que todo fue planificado,
Por plebeya y bajo las ropas hallarás a la emperatriz del sol,
Por niña y te contaré los diez mil años que he vivido,
Tómame por feliz y sabrás que hay más llantos que risas.

Tómame por liberal, pero a mi casa no entran hombres en la noche,
Por aburrida y jamás te faltará la sonrisa en tu rostro.
Por coqueta y por fin tendrás razón en algo,
Tómame por seductora, pero yo no respondo de lo que pueda ocurrir.


Tómame por religiosa y te mostraré cómo invoco a los espíritus,
Por independiente y condéname a ser tuya.
Por reservada y comprenderás porqué odio el silencio.
Tómame por racional y ahora pregunta porqué traigo en el pecho un péndulo.

Tómame por inútil y verás que no sólo en la cocina vive una mujer,
Por prisionera, siempre y cuando tú seas la condena a pagar.
Por perturbada y la cordura se hará presente entre los dos.
Tómame por luchadora y te enumero las veces que he visto  desgarrados mis anhelos.

Tómame por ajena y verás que siempre y sólo tuya,
Por propia y no me encontrarás jamás,
Por verdugo y sabrás que existe la indulgencia.
Tómame por peculiar y lo normal te parecerá mundano.

Tómame por cobarde y salta conmigo desde las rocas al vacío del oleaje.
Por valiente y escóndeme tras tu espalda.
Por salvaje y sabrás que el salvajismo nunca fue tan elegante.
Tómame por corriente y descubrirás que ser corriente es exclusivo.

Tómame por peleadora y habrá paz entre nosotros.
Por pretendiente y nunca sabrás si puedes besar mis labios.
Por conquista y terminarás siendo engatusado.
Tómame por  despistada  y encontrarás a una muy buena doctora.





Tómame por trotamundos y siempre estaré mirando al horizonte en el mismo lugar.
Por excusa y la excusa será tu expiación.
Por distraída y te relato todas las veces que llevas parpadeando.
Tómame por desordenada y descubrirás que en el caos hay lógica.
Tómame por conclusión y comenzarás a reescribir tu existencia.
Por problema y en mi regazo estará la solución.
Por serena y te cuento mis batallas sangrientas.
Tómame por  carnicera  y después no digas que no te lo advertí.

Tómame por frágil y jamás me verás doblegada.
Por villana y date cuenta que soy la Cenicienta del cuento.
Por absolutista y equivócate,  no soy absolutista.
Tómame por cambiante  y conocerás  mi estrato basal.

Tómame porque quisiste tomarme y toma todo lo que quieras,
Toma mis besos, mi carne, mi piel, mis conflictos,
Mi cuerpo, mi alma, mis flores, mis amuletos,

Tomas mis ojos, mi respiración  última, mi vida, pero tómame.

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

MÍO Y SOLO MÍO



Irascible necesidad de querer arrancarte la ropa,
Despojarme del mundo y  sus conflictos para enraizarme en el tuyo,
Desprenderte despacio de todo salvo la piel,
Agitado tus mareas hasta causar torbellinos
Iracundos de tempestad lasciva y desquiciada.

Ingratitud de Dios por tenernos aquí,
Llamándote con el vaivén erótico de mis caderas,
De a poco, serena, tranquila, sensual,
Y tú, quieto mordisqueando el límite de lo sano
Y el deseo condensado en el bajo vientre.

Imagina mi voz gimiendo tu nombre,
Imagíname en cueros bailando solo para ti,
Imagíname torturándote con mis unas en tu espalda,
Expandiendo mis fronteras en las tuyas de noche,
E imagíname sudorosa descansando en tu pecho ¿No te apetece?

A toda hora, en todo momento únicamente el cuerpo,
Y la sangre en júbilo por la rebelión del sexo,
Contra el mundo, en soledad, de día, de noche,
No importa, tú y yo en mi cama,
Desordenándolo todo, sin rastro de cabales.


Amalgámate en mis colores al rojo vivo,
Duérmete acomodado en mi boca,
Acorrálame contra la pared como si de algo me inculparas
Y enséñame que la vida recién comienza bajo el ombligo
Justo donde el pantalón se vuelve estorboso y carcelero

Quítame la indumentaria con los ojos fulgurosos,
De anhelos y maldad condensada, bohemia y deseo.
Ven al abismo taciturno del ruedo de las sábanas
Trasgredidas de decrepitud y cansancio exacerbado
Y quedémonos para siempre prendidos por las caderas.

Busca caminos nuevos dibujados en mi piel,
Ahoga mi respiración y exhórtame  a morir  prematuramente,
Fatigada de tanto amor, de tanta locura junta, pero junto a ti,
Liberando a los demonios danzantes  que condenan mi  esencia
Por desearte más que al cielo y su expiación,
Añorándote tanto por tanto tiempo en las garras de una cercanía lisonjera.

No quiero nada más que no sea tu costado por lecho,
Tu respiración entrecortada por suspiros divinos de resurrección,
El calor atosigante de tu piel en contacto íntimo con la mía,
La desnudez pura fusionada con nosotros.
No quiero más que ser rehén tuya perpetuamente. .





Quiero que abunde la oscuridad para tenerte por mío,
Arrimado en mis brazos, temblando por el miedo,
De que la verdad no sea sino un sueño alocado con extensiones bizarras.
Mío y sólo mío, como siempre debió haber sido,
En vez de gastar los años asechándonos desde las sombras.

Mío y sólo mío, tus ojos azules, tu boca satírica,
Tu espalda imponente y ese cuello elegante, cáliz de mis desdichas,
Mío y sólo mío, a secas, a solas, los dos,
Sin tiempo,  sin personas,  sin ropa, sin pudores infantiles,
Mío y sólo mío, rendido ante mis poderes.




ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.