lunes, 13 de enero de 2014

SECUESTROS



Fue cuando el cielo ya no la miró,
Y la bruma cobró vida en la noche
Levantándose truhan y rabiosa,
Reclamó llanto y compañía.

Pasaron tranquilas las horas celosas
Vaticinando tiempos de luto y espera
Porque algo habían oído las rocas
Sobre la mar tomando venganza certera.

“Dolor por dolor” cantaban cegadas las sirenas
“Lágrimas por lágrimas” contestaban las olas bailando,
Y fue en un descuido de las dispersas arenas
Que el agua arrastraba a los que estaban nadando.

Soplaron los vientos  con el rumbo norteando
Avivando el sufrimiento de las aguas oscurecidas,
Tomando bando a parte y la búsqueda dificultando
Porque él también quería expiar sus heridas.

Y gritaban las gaviotas alertando hallazgos
Y más se enfurecía el mar y el viento,
Mientras el cielo seguía su sufrimiento
Por ver tanta miseria por un simple pecado.


Los vivos rezaban día y noche por misericordia
Cuando el cielo tenía una maraña en la cabeza,
Los vientos continuaban aumentando la discordia
Entre las mareas, el firmamento y sus pobres presas.

Y  el cielo volvió a abrirse claro,
Cuando la  mar supo que le correspondía en pleno,
Liberando así a los cuerpos que sustrajo temprano
Y dejando descubiertos escabrosos terrenos.

Fue cuando se vistió de galas nupciales
Que la mar cantó tranquila su romance tormentoso
Y la coronaron de azul los fuegos celestiales
Luciendo arreglos de sal perpetuamente majestuosos.

Nunca más el cielo volvió a dejar de mirarla,
Nunca más la mar cobró vidas
Nunca más el viento susurró amarla,

Nunca más el tiempo devolvió las almas perdidas.

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.