Si tengo algo que
pedir, es un beso
Para así dejar de
imaginar a qué saben
Y entender de una vez
si los míos aún viven
O desilusionarme para
siempre de mis fantasías.
Si tengo una noche, la
quiero contigo,
Conversar hasta el
cansancio y sentir frío
Para poder obligarme al
refugio en tus brazos
Y completar con broche
de oro la guardia del amanecer.
Si tengo que elegir un
color, es el de tus ojos,
Porque ahí yace el
misterio de los océanos
Y la furia de los
cielos cuando llueve
Y por sobre todo, mis
más grandes esperanzas.
Si tengo que escoger un
lugar, que sea mi sillón
Para escondernos en los
rincones donde nadie pueda molestarnos,
Apagar las luces y
esperar a que el silencio se desdoble
Con los suspiros que
emergen de la nada.
Si hay algo que quiero,
eres tú,
El problema que ahí
radica, es que depende de ti,
Porque si lo quiero y
lo tengo, soy feliz,
Pero si lo quiero y no
es mío, así de simple, más le añoro.
Si hay algo que pueda
hacer, dilo,
Porque no hay nada que
no haría por una sonrisa tuya,
Pero dilo, porque sola
no me atreveré jamás.
Esta maldita cobardía
que me aleja de tus sueños, me destruye el corazón.
Si hay una hora, que
sea al medio día,
Pues no hay sombras que
opaquen mi contento,
Cuando por el final del
pasillo veo aparecer tus secretos
Contando que si hay un
objeto de deseo, soy yo.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
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