lunes, 3 de junio de 2019

BITÁCORA DEL CAPITÁN, DÍA 3








Un marino no tiene raíces. Pertenece solo al mar y a sus misterios.

Estaba todo tan claro hasta aquí.

Un marino guarda secretos. La naturaleza de un hombre se pone a prueba bajo condiciones extremas y el hambre y la sed, la locura secundaria a la influencia del sol labrando en las cabezas, la hace aflorar en su esencia más pura.

Empiezo a creer que la locura es el estado de máxima lucidez posible de alcanzar; deja atrás la diplomacia pudriéndose en un rincón, desecha la retórica para decir lo impoluto de una sola vez y lanza al agua cuantos supuestos se hayan concebido para buscarle lógica a algo que carece de ella.

Un marinero es leal… a sus propios intereses, pero leal, al fin y al cabo.
¿Dónde están mis intereses?... verdad, en esa sonrisa.

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 
© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.