lunes, 28 de octubre de 2019

POR SI ACASO




Mientras más me resisto es más difícil ignorar el dolor. Me aniquila los planes,
me destroza el alma, muero lento y la noche llega sigilosa, cargada de recuerdos donde prolifera tu sonrisa ¿el mañana será benevolente? ¿Cómo termino con esto antes que se me vuelva a ir el día sumida en tristeza? 

Mientras más tiempo pasa, en vez de disolverse esta angustia mezquina, se incrementa exacerbada por el hastío provocado en la continua espera de verte cruzar la puerta y pedirme empezar desde cero, borrar de un golpe el lapsus ponzoñoso que hizo divergir a nuestros caminos, condenándonos a extremos del mundo, pese a estar tan cerca. Hay que destruirlo todo, abrir la herida para que cicatrice como corresponde. Yo la puedo curar…

Ya no vivo sola, vive aquí también  el miedo; se levanta conmigo, va al trabajo conmigo e incluso, antes de dormir, me abraza, envolviéndome entre susurros con relatos de pesadillas venideras, contándome sobre la certeza de que tu nombre y el mío no volveran  a aparecer en la misma frase… nunca más.

Estoy muriendo y no lo sabes.
Muero de desesperación, atosigada en suplicas por una coincidencia, por una segunda parte o quizás, un beso somero.
Estoy muriendo de frío por la escarcha implantada en mi piel: aquí los inviernos son eternos desde la última vez que te vi. Hay tormentas por todas partes y huracanes revolviendo el pasado, trayendo entre diluvios tu voz oculta entre canciones que no supe interpretar.

Mientras más te extraño, más creo me olvidaste sin consideración. ¿Qué pasó? Te hice daño. Robé tu alma y tu corazón y pedí perdón, lloré sangre y desgarré mi garganta gritando por amnistía. Puse mi cabeza a tus pies... nada importó. Diste media vuelta sin mirar atrás. Yo sigo aquí, por si acaso.

Toma mi mano, abre mis venas y arráncame la vida si con eso se calma tu espíritu, pero no me olvides.
Dios parece no querer escuchar mis rezos.
Puede ser que ya no exista nada a mi alcance.
Solo hay silencio cuando clamo un porqué para poder culpar.
¿Por qué sigo amándote si hace tanto que no estás?
Yo sigo aquí… por si acaso. 

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.