domingo, 31 de marzo de 2019

EL VACÍO


Hoy sentí la ausencia apoderándose de mí... vacío y desolación lentamente abrazándome cuando la mañana aún era oscura y el mundo dormía tranquilo. Yo mientras, conversaba con la nada, como cada día. Le cuento lo que dejé pasar, la disolución irremediable del cuento de hadas creado para mí, uno puesto en frente tan real como el dolor austero dejado c

ual prueba de su existencia... como la sensación de sus manos abrigando las mías. Nunca supe que estábamos en el inicio de la separación, ni que la separación vendría tan rápido.

Me despertó la ilusión de tu voz surrurándome un secreto resucitado desde las cenizas, convenciéndome a creer que el tiempo nunca ha sido importante cuando existe amor y yo... te amo. Llevo noches interminables de aullidos dolorosos como penitencia por tu lejanía hipócrita, sí hipócrita, pues sé en el fondo, tú sufres igual cada día muerto, sin mí.

Grité tu nombre mientras conducía por una carretera larga y llena de niebla, sin nada que admirar, excepto camiones maltrechos bamboleándose por el asfalto, como un acto reflejo desatado por instinto antes de perder el alma en la transfiguración del reencuentro. Grité con desespero, con rabia y sangre brotando de mis labios: hay que expulsar a los demonios cuando se vuelven atosigantes... Desnudé el tabú de tu existencia cuando fui vulnerable. Lloré el resto del camino al trabajo, pero no importó, de igual forma, nunca lo sabrás.

Extrañé la seguridad provocada por tu presencia en mis dominios, la reivindicación de mi espíritu y la causal de esta resurrección, esto es un amor tan antiguo, de tantas vidas condensadas que cuesta dejarte ir, pese al correr infortunado del tiempo... Siempre tuya y siempre mío, aunque lejos.

Cayó la noche otra vez sin rastro de que la historia decida cambiar el curso tomado y yo, seguí extrañándote.

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

jueves, 7 de marzo de 2019

LA SOMBRA DE SANSÓN





¿Por qué me miraste así de pronto, sin permiso, sin excusa?
¿Cuándo fue que tus ojos comenzaron a ser hermosos otra vez?
¿Tanto tiempo ha pasado desde la ultima vez que amé a alguien?
¿Estoy buscando un vestigio de ti por los alrededores?

¿Por qué tu voz despierta a mi piel desde la escarcha?
¿Es algo nuevo o una continuación de un romance ya extinto?
¿Vendrás a buscarme cuando la tormenta se calme?
¿O me olvidarás a penas cruce la puerta?

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

lunes, 4 de marzo de 2019

LA DISPLICENCIA






Hablaron de ti con tanta displicencia… Hubo un vacío en mi pecho entonces, como si aquel hombre de hace tanto tiempo resultara ser una mentira traicionera con raíces profundas en mis recuerdos, de pronto, fuiste otra persona, una a la que nunca conocí. Apareció el caos en mis pensamientos ¿pudo ser acaso una invención mía, tu figura degenerándose lentamente con los años hasta transformarse en algo cercano a un sueño feliz? ¿puede que haya perdido la cordura de un golpe y no me di cuenta?  ¿Quién eras en verdad? ¿Mi príncipe azul desperdiciado por los caprichos de la juventud y la inexperiencia o aquel rencoroso tan bien caracterizado en frases apáticas?  ¿Mentiste conmigo o con el resto?  Me rehúso a creer que este amor, sea una pérdida de energía mal invertida…
Hablaron de ti con tanto rencor, como hubiera hablado yo si no fuera por el cariño que te tengo pese a todo, ese que obliga a silenciar cualquier tipo de oración si tiene tu nombre de por medio: ni una palabra a favor, ni una palabra en contra. ¿Jugaste también con las intenciones de ellas? ¿Fue tu desquite contra el mundo por no corresponderte a tiempo? ¿Les diste tu mano como me la diste a mí?...
¿Quién eres? ¿Los años acaso maduraron tu soledad, por eso rehúyes del mundo y su alegría? Dicen que ya no ves a nadie, que nadie te interesa, salvo tu ego y tu altanería, que la felicidad y los amigos son innecesarios por estas fechas ¿En serio hablan del mismo al amé con desespero o es una broma mal jugada insistente en dejar cabida a especulaciones pueriles? Yo no puedo defenderte, porque en este punto concordamos todas… - “La muerte ronda a las personas felices, y yo no quiero morir todavía”- Comenzó a sonar tu voz en mi cabeza. Creí haber olvidado esa frase destinada a destruir mi corazón, pero ahí estaba, dándoles el favor para luego, reclamarme por lo estúpida que fui por no haberme dado cuenta antes de que el amor se te fue de las manos en un instante cobarde y con él, me fui yo.

Si esto fue verdad… ¡Dios! Si es que acaso fue verdad, ¿el resto de las ofensas lanzadas en tu contra también lo son? ¿Me amaste alguna vez? Se oscureció mi mundo por completo en dos segundos al dar cabida a la posibilidad de un no.
Quise soltar mis ataduras y pedirles silencio, pero muy en el fondo, algo me decía, que ellas tenían razón, y tú habías dejado de ser, lejos de mis ojos, el guardián de mis anhelos.


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.