Y si hay
que empezar de nuevo la búsqueda incesante de un motivo propicio para mis
desquites, yo me retiro del juego para siempre porque ya no tengo las mismas
fuerzas que alguna vez se arraigaron en mis entrañas, ya no hay tiempo , corazón
mío, porque hay tanto qué hacer, tanta fatiga que mis días se extinguen poco
antes del amanecer y veo como la bruma cubre la cuidad con vaticinios de fracasos
escondidos en lo gris de las nubes calando hondo en mis huesos, extrayendo de a
poco la vitalidad de la que presumo. Se me escapan los anhelos y contenlo un
futuro incierto, solo y falto de cariño lascivo.
Si hay que
empezar de nuevo con la parafernalia extremista de conquistas que sin importar
lo que haga, terminan puntuales en nada, en vacío y Chardonnay, yo te digo
adiós Cupido insidioso, porque ya no puede pelear más por lo que nunca ostentaré.
Me cansé de las confabulaciones fraudulentas que interpones en mi camino por
causa desconocida y desde ahora en adelante, ya no miraré a los cielos
suplicando abolición de mis pecados porque sé que no me escuchan, así como ya
no rezaré más por encontrar a ese galán que nadie me prometió, porque en el
lugar preciso donde debía ir escrito un final feliz para mí, el papel se rompió
o lo rompieron a propósito. Ya no puedo, porque me hace daño la sapiencia concurrente de lo que me espera… una vez que
se observa el futuro, se cambia, justamente por eso, porque ya lo has visto. Por
esta razón yo reniego de lo que sé y que el resto ignora. Me declaro ciega,
sorda y muda si me preguntan si alguna vez supe si alguien sin nombre se cruzaría
en mi destino. Lo niego porque es la única forma en que puedo acallar a los
fantasmas que me persiguen desde la cuña. Son ellos los que me cuentan lo que
se viene en un par de horas adelante. Los expulso y cierro la puerta con llave,
porque si hay que empezar de nuevo, lo haré por última vez, pero sin y aquí
juro, proveerme de armamento de guerra, así que ven y ataca cuando duerma
porque ahí soy más débil y ya no abra ni un alma que vigile mi somnolencia y
detenga tus planes militares en mi contra, maldito Eros, vengador de lo que te arrebataron
y dejaron en mis ojos. Ya no soy nadie, ni rival ni amiga, solo puntos
suspensivos donde antes martillaba cada silaba de mi nombre… ya no soy nada.
Si he de
comenzar de nuevo, pido piedad, expiación y os ruedo el perdón por lo que ha
visto y le robé a los Ángeles…limpieza y paz al caer la noche, descanso y utopías
para esta pobre muchacha con manos firmes y silueta intimidante…
Si he de
comenzar de nuevo… has de cuentas que no me conoces y que si te he visto, no me
acuerdo, quizás así nos perdonen a ambos…
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
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