
jueves, 17 de noviembre de 2011
ELLA ESTÁ TRISTE

viernes, 4 de noviembre de 2011
IMAGINÉ

Imaginé que todo ere distinto a lo que de verdad es, que tú y yo aún existía fuera de los brazos cándidos del infierno en era glacial temprana, que nadie sabía lo que ocurría bajo el hecho de las miradas cruzadas al azar y que confiesan más cosas que el discurso que pretendo decir para salvar lo que nos queda por salvar, aunque con eso renuncie al orgullo del que me vanaglorio sin que nadie me asegure victorias o tratados de paz.
Imaginé que volvías a besarme, esta vez de verdad y declarabas al susurro matutino que hace tiempo esperabas por mí, y que tú eras aquel que me prometieron al nacer: mi príncipe multicolores que ha recorrido un mundo buscando a la princesa oculta en melancolía plausible y añeja; mi caballero medieval que viene a rendirle honores a la reina que ha tomado por conquista los territorios indómitos de un corazón hecho trizas con el paso del los años, lo que yo necesito y quiero para ser plenamente feliz y en tus brazos dar mi último suspiro antes de partir a las infinidades del cielo.
Imaginé que la totalidad de las lagrimas vertidas habían valido la pena y que todavía quedaba una por llorar, cuando el universo se alineara y diera la venia para que a la hora exacta en que Dios decida cerrar los ojos, en tu vientre descanse el mío, y que los cuerpos yazcan agotados hasta que el sol no aguante más los celos y nos golpee en la cara con sus rallos de oro.
Imaginé que no te había conocido, que ese día pasé por tu lado sin mirar y jamás llamaste mi atención, que nunca te quise, que me eras indistinto, uno más de tantos que caminan por la calle y mientras armaba el cuadro se borró la sonrisa perenne de mi rostro y el cielo se oscureció, sentí dolor en el pecho y que la sangre se me escapaba de las venas. Te prefiero distante, frío, indiferente, a que no existas. Prefiero seguir sufriendo y llorando por las noches una y otra vez, de aquí al infinito, antes de que ser infiel al cariño masoquista que profeso por ti y por eso, moriré bajo el amparo tortuoso de una amistad sin escapatorias. (Sin embargo, hay veces en que prefiero mandarte al carajo)
Imaginé que cuando vistiera las galas de un vestido azul, bailaríamos hasta que las piernas no aguantasen ni el roce de una pluma, que tú me tomarías por la cintura como si tuvieras miedo de perderme o que la canción fuese a acabar de forma repentina y yo, armaría una fortaleza en el resguardo de tus hombros. Se terminará la fiesta, la música y nosotros seguiremos bailando hasta que se nos ocurriera otra cosa qué hacer.
Imaginé que había una segunda parte de la historia que quedaba por escribir, la que se tardaba un poco porque no conseguí un lápiz y un papel donde plasmarla, que se creaban nuevos personajes que llegan a amenazar las fantasías de él y las mías dando luces de ofrecer algo mejor a lo que nosotros podemos entregarnos, eran tentadores y más de alguna vez caíamos en las garras de lo prohibido, pero que es sensual, aunque, ya pasado el tiempo, habiendo cedido los dos, nos volveríamos a ve y sería incontenible correr a los brazos del otro para entregar los besos que debimos darnos desde un principio y que quedaron en suspenso…no habernos separado nunca.
Imaginé que todo lo que había imaginado, antes de que a Abril se le escapara la vida, lo estaría viviendo y sería mi derecho sagrado despertarte con un beso en la frente, cuando el sol decidiera atacar nuevamente.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
jueves, 22 de septiembre de 2011
ÉL LA ESTÁ MIRANDO

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
lunes, 22 de agosto de 2011
FIESTA

Y todo vuelve a comenzar de nuevo. Las coincidencias de lo que depara la noche se hacen insostenibles: otra vez los mismos, los invitados de última hora, la fiesta, el vino, la luna en menguante, sus ojos de cazados cuando observa a la presa que resulto ser yo y mis ganas irracionales de que esta vez la historia sea distinta, quizás con un mejor final y más largo o tal vez que simplemente no ocurra nada. En el fondo algo me dice que es mejor así: “desde lejos, te quiero más”.
Se suponía que para estas alturas sería mío, como lo son los astros que iluminan el sendero que me obligan a pisar, haciéndome caer en la misma parte que la ultima vez, pero me han jugado una mala pasada y tras el telón se vislumbra la amenaza constante de un nuevo enemigo: ella…que le coquetea en mi cara, en los terrenos que por derecho me pertenecen, donde yo tengo el control de todo, cuando más alegre no puedo estar y el boato se luce en esplendor. La muy maldita ha entrado en mi reino y viene por la corona.
Aunque debo confesar que mucho no me importa, pues estoy cansada de tener que ser siempre yo la que lidere las batallas que por él se enlazan. Las he ganado, sí, pero llega un límite en que ya no se puede continuar y la abdicación parece inminente. La verdad, tampoco vale la pena tanto esfuerzo.
Sigue avanzando la velada y se me olvidó lo que vine a hacer, si al combate, a rendir honores y suplicar por el perdón de mi vida a cambio del tridente de Neptuno o a olvidar lo que en conciencia no puedo. Ya no importa tanto porque le han dado un zarpazo directo al núcleo del corazón y sangro a destajo mientras la música flujo y él no me mira…
Pierdo el control de lo que pasa, la gente se hace distante y el mundo se condensa sobre mí y es que lo odio tanto por no poder conformarse solo conmigo, sino que afana en perderse en caderas ajenas. Es como si el cariño sagrado que le profeso, hubiera mutado, transformándose en hiel perversa que amenaza con descuartizarlo en frente de los que aquí están, por ser él un inmundo cobarde, ella, el enemigo y yo la que le gusta sufrir por querer hacerlo.
Quiero salir, correr, hasta que se desgasten mis zapatos o morir en una botella de buen brandi, gritar procurando enmudecerme y borrar lo que con él pasé. Retroceder el tiempo y nunca haberlo acompañado: dejar que se perdiera. Sin embargo, hay que salvaguardar las apariencias, mentir si es necesario, para salvar el pellejo de la caterva que no tiene piedad al hablar de lo que no les concierne. Me quedo estática por u minuto, mirando catatónica los pasos de aquel que se dirige al bar acompañado por alguien cuyo nombre no debo pronunciar y pienso: “hace un mes, hacías eso mismo conmigo y no te importa que yo esté aquí…y no te importa que la celebración se deba a mí… y no te importa arruinarme la salida…envenénate en licor y veamos si es ella la que te socorre...”
Vuelvo a bailar, tratando de perderme en la música e increíblemente lo logro, entonces puedo decir: “ya no me importas como antes”
Quizás todo esto fue un mal sueño, vi cosas donde no las había y me aferré a ellas, pero me desprendo, te libero y con eso, se acabó la historia. Solo espero que no te arrepientas porque no soy tan fuerte y puede que todo vuelva a comenzar….
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
domingo, 21 de agosto de 2011
PARSIMONIA

A MIL POR HORA

Faltan tantas cosas que parecen indispensables, pero que no están, que las imagino para que las neuronas tengan algo que hacer y no morir de aburrimiento o de hipotermia prematura…
Las invento y me obligo a creer que son reales, que están ahí para mí y por mí, aunque la verdad, es que aquí no hay nada, aquí no es ningún lado.
Trato de dibujar algo que parezca una ilusión, me aferro a ella, lo más que puedo, la integro en mi esencia y de un momento a otro, desaparece, dejándole sola, apadrinada por el miedo que provoca la transición tenebrosa entre la luz y la sombra, el ruido y el silencio, las comas y mis pensamientos y no me puedo concentrar; hay tatas distracciones: Televisiones sonando con las noticias de las 9 a todo volumen, un niño que llora, una madre que grita y el cielo que observa. ¡no me puedo concentrar!
Tengo un cúmulo de ideas en continua multiplicación que reclaman por encontrar una hoja de papel en blanco o una servilleta, donde quedar tranquilas,, hay tanto que escribir, llamadas por hacer, y tan poco tiempo…debo estudiar, tengo que comer, dormir si es posible, sin embargo, lo veo difícil. Creo que ya olvidé lo que eso significa, pero no me importa: “para obtener recompensas, hay que hacer sacrificios” si ya parezco estúpida repitiéndolo cada cinco minutos para no ser consumida por el álter ego del descanso y fallar a ultima hora.
Desde que nací, según se cuenta la leyenda hace 19 años atrás, que soy instruida para ganar la cazaría de nunca acabar, en que si no se saca una carrera, un post grado, un magíster, doctorado y todos esos títulos de dudosa naturaleza, no iba a ser nadie en la vida. Que limpiase el camino vez que pudiera, que aquí no hay amistades que valga si es que se cruza a conciencia o no, en el camino que voy armando conforme elimino adversarios, releo un libro con polillas dentro, aprendo fórmulas y definiciones, saco el límite del planeta cuando la tierra tiende a nada, mantengo el maquillaje en su lugar, aprendo a ser dueña de casa, tutora de mí misma, ensayo el inglés, el italiano sin olvidar el castellano y sus infinitas reglas y trato de buscar un tiempo para terminar mi Opus Magnum: la tranquilidad que me rehúye como si fuese alérgica a mis encantos.
Creo que no soy la única que fue criada a mil por hora y lo digo porque cada vez se hace más complejo avanzar un peldaño en la escalera de la inmortalidad laboral.
Se me acabó el café, tendré que bajar por otra taza…. Y pierdo tiempo.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
miércoles, 17 de agosto de 2011
¿CÓMO?

viernes, 12 de agosto de 2011
AQUÍ NO PASÓ NADA

QUIERO ALEJARME EL DOLOR.

Quiero alejarme del dolor.
Un eterno vaivén de sensaciones.
Infinito, cuanto más ansío que acabe.
En mi memoria vuelan alocados los recuerdos.
Rozo mis piernas con la rutina al caminar.
Odio rehogado en besos.En mi ínfima intimidad me atoro.
Sentir el frió en mis venas.
Capaz de enfriar mi sangre en un suspiro.
Arremeto contra las paredes del silencio.
Placer de gritar hasta quedar exhausta.
Al menos, me quedan las letras.
Raudas palabras que liberan pensamientos.Y desatan lo que ya nada queda.Llorar hasta morir. No hay dolor as amargo que amar a un extraño que se marchó con mi vida
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
miércoles, 10 de agosto de 2011
CAN'T GET....

miércoles, 20 de julio de 2011
RENACER

Cuando acabe este día, cual fénix de sus cenizas, he de renacer, veré dónde fue que tropecé, para volver a hacerlo cuantas veces sea necesario hasta que aprenda a no confabular contra la destrucción de mi felicidad. He de caer, hasta que sangren mis rodillas, porque quiero caer, quiero aprender de mis golpes y no de los ajenos, enceguecerme con lo que persigo hasta conquistar al enemigo y poner mi bandera de victoria sobre su tumba. He de sonreír…
Cuando acabe este día, empezará la gala de buenaventuras que se han acumulado sin que las pueda cobrar, porque no había tiempo, no habían ganas, no había quién las pudiera gozar.
Confieso que me perdí, no sé en qué vuelta caprichosa del camino, pero mañana iré a buscar dónde fue y porqué….
Mañana, comenzaré a escribir mejor…
sábado, 9 de julio de 2011
PERDIDA EN EL PARAÍSO

martes, 5 de julio de 2011
OCASO
Y los llamados de las sirenas vaciàn el aire, obligando a los mil marinos a naufragar sin más en las fantasías desquiciadas de los arrepentimientos provocados por el descenso inminente de la lasciva, cuando se retoma la conciencia de los actos y se denota el peligro escondido tras unos besos entregados porque sí, y por sobre todo, cuando se sabe de la caducidad de lo que no puede seguir... cuando es roto un corazón.
Se siente el centelleo enceguesedor de un no rotundo que se confunde en un quizás después. Tonto de aquel que lo crea, tonta yo, por haber apostado mi vida en el hecho y haber perdido, por jugar a tientas un juego sin reglas que terminará con una venganza maligna en nombre de a los que nos han desarmado antes de empezar la batalla.
Así como llegó... se puede ir.....
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
miércoles, 29 de junio de 2011
¿CUÁNDO?

¿Cuándo se perdona?
¿Cuándo no se tiene nada más que hacer?
¿Cuándo la gente realmente cambia?
¿Lo hace?...
¿Cuándo se deja de llorar?
¿Cuándo se acaban las lagrimas y los ojos comienzan a doler?
¿Cuándo el cuerpo pide a gritos el reposo?
¿Entonces, por qué no dejo de llorar?...
¿Cuándo la angustia duele más?
¿Cuándo se toca el orgullo?
¿Cuándo se sabe que todo acabó?
¿Cuándo aparece el lobo vestido de oveja y en la oveja uno ve la imagen del amor?....
¿Cuándo Cupido se empezó a ensañar conmigo?
¿El día aquel cuando le escupí a la cara?
¿Cuándo lo humillé hasta el cansancio?
¿Cuándo le partí el corazón?...
¿Cuándo fue que llegué a este estado menesteroso?
¿Cómo fue que no me di cuenta o simplemente,
no quería ver lo que ante mí, se desplegaba?
¿Cuándo se me acabaron las ganas de vivir?...
¿Cuándo se tiene que seguir peleando por lo que se cree suyo?
¿Cuándo comienza a serlo?
¿Cuándo te lo quitan de los brazos y se lo entregan a otro?
¿Cuándo fue que entregue mi alma sin cheque en garantía?....
¿Cuándo el frío ya no se siente y es reemplazado por un fuego abrazador
que consume la vida sin dejar respirar?
¿Cuándo el aire se hizo más denso y lleno de polución?
¿Cuándo las nubes poblaron mis sentidos?...
¿Cuándo el vino se convirtió en mi mejor amigo y cuándo dejó de ser un placer culpable
para pasar luego, a llenar los vacíos que dejó mi decadencia?
¿Cuándo las palabras costaron tanto que salieran?
¿Cuándo dejaré de sumirme en la mierda de la autocompasión?....
¿Cuándo llegará una nueva excusa para celebrar la muerte de mis conquistas,
la aniquilación del enemigo y tomar venganza
por lo que me han arrebatado del lecho todavía sumamente tibio?
¿Cuándo podré bailar tangos sobre el féretro del maldito?...
¿Es bueno? ¿Me vuelvo loca?
¿Anhelo la retribución del sufrimiento que me han otorgado por gentileza mezquina?
¿Deseo borrar lo que ha pasado en el transcurso del tiempo?
¿Es sano? ¿Me interesa? ...
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
lunes, 27 de junio de 2011
IF YOU REALLY LOVED ME

If you really loved me: no me digas nada....
If you really loved me. no me obligues a vivir,
If you really loved me: llévate este sentimiento del que sigo prendada.
If you really loved me: bésame una vez más
If you really loved me: olvídame tan pronto sea posible,
If you really loved me: déjame tranquila y en paz
If you really loved me: abrázame y disípate invisible...
If you really loved me: love me again!!!!!!!
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
martes, 21 de junio de 2011
ABUNDANCIA

Tengo ganas de no sé qué... tengo nostalgia de recuerdos que no poseo. Tengo calor de la tibieza de un cuerpo a mi lado, sin que haya alguno que pueda abrazar. Tengo esperanzas de deseos que aún no imagino y satisfacción por logros que todavía no concreto.
Tengo ganas de besar unos labios cercanos que se encuentran a millas de distancia desde donde me enraízo ahora.
Quiero cantar sonetos que no se han escrito y de recitar poesías dedicadas a quien no ha nacido. Tengo orgullos rotos por batallas que ni se tratan de pelear y cicatrices en el cuerpo de esposas forjadas. Guardo angustia por amores inoportunos sin, todavía, poder amar a alguien mero. Tengo deseos de dormir sin estar realmente cansada.
Tengo ganas de un café con menta, sentarme en el balcón y fantasear con las historias que nadie ha contado, silbar al viento, extender los brazos y entregarme a la libertad que ahora me agobia, respirar tan solo una vez, sin la polución que exanguina mis pulmones lastimeros, exorcizar el peso de las responsabilidades y desdoblarme de la realidad.
Tengo ganas de mojar mis pies en el mar, escarbar en la arena hasta llegar a China y devolverme, caminar mar adentro sin llegar ahogarme, jugar con las sirenas y provocar naufragios con mi mirada, ser la causal de la muerte de los bárbaros y seguir como si aquí no ha pasado nada.
Tengo ganas de seguir escribiendo eternamente, pero algo que trascienda mi existencia, aunque no hay tiempo y verdaderamente, hay fatiga en mi cabeza, sequía de pensamientos y emociones a flor de contacto. Hay romance, hay locura, hay lasitud, y todo lo que puede haber, sin embargo, no soy capaz de darme cuenta.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
viernes, 10 de junio de 2011
PROBABILIDAD

LAS LUCES DE LA CUIDAD

Veo florecer las luces de la cuidad y titilan tratándome de advertirme sobre lo que viene en un futuro próximo que perfectamente podría ser mañana. Se alzan regocijados de infinita felicidad haciendo alarde de lo que observan cuando mis ojos se cierran por el letargo y siento la necesidad imperante de contarles que tengo un nuevo motivo para escribir cuando el tiempo se enajena de los límites y el ocio se apodera de mí.
Veo a la gente que se aleja de la calles porque le temen a la oscuridad y a me dan ganas de gritarle al mundo que quiero que los días transcurran veloces para estar segura de lo que me cuentan entre susurros.
Y es que imagino que si una sola decisión de las que tomé hubiera sido distinta, ahora no estaría observando a los aviones despegar desde un quinceavo piso y el vació me corroería si una solo cosa hubiera sido diferente, no hubiese encontrado a mi razón para escribir.
Oigo el motor de los autos que compiten en las carreteras bajo el lazo asfixiante de una nube de smog y sé que ellos persiguen un afán que no es igual al mío, pero que cuenta de igual forma.
Hay una luz roja que parpadea y engatusa a mis ojos, hay un poste que no alumbra, tres motos estancadas en un taco infernal, un peatón raudo, las infaltables estrellas, la fiesta de los sentidos y el objeto del deseo acumulándose en mis pensamientos ¿qué estará haciendo? ¿Le ocurre lo mismo que a mí? ¿Son coqueteos furtivos o el anticipo de lo que está por venir? ¿Ilusiones baratos que me invento para hacer de este mundo un lugar más cálido? ¿Hará frío este invierno o me arroparé bajo su camisa?
Veo las luces de la cuidad difuminarse y se me entrega un nuevo día para ser valiente, darle un beso y seguir como si aquí no ha pasado nada….
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
lunes, 6 de junio de 2011
DESEO

La caterva parece distante y casi inexistente como si no se dieran cuanta del misterio que guarda un coqueteo fugaz por sobre la mesa del tabaco. Y de pronto, ya no hay nadie, solo yo, el humo y la barrera que nunca debí cruzar: la perdición caótica de mi voluntad en esa boca maquiavélica que se ha transformado en causa de todos mis males, la condena de mi alma destinada al averno, por pecar a conciencia y querer volver a repetirlo.
El silencio abunda en la penumbra, interrumpido por los suspiros erotizados que se extinguen en mi pecho encadenado, ahora, al suyo.
Ya no hay tiempo que valga, es como si me hubiera quedado estancada en el instante en que tras una cortina de humo se escondía el comienzo del fin. No importa nada, no hay interrupciones, siquiera la amenaza del mañana puede hacernos cambiar de parecer. Estamos a medio paso del vacío y saltamos juntos.
Las manos buscan caminos inventados que nadie ha transitado, los besos descienden conforme se agotan los labios fatigados, exorcizándolos al cuello, porque son perversos como el menester de seguir afanando en el vetado del asunto..
Y comienza la gala de mariposas nacientes y fulminantes en el estomago, los colores se suben al rostro y la pseudo alegría es infinita, aunque hay un pensamiento en mi cabeza: qué estamos haciendo, sin embargo, no hay respuesta…solo desfiladero de besos taciturnos, inquisidores, deseados y acumulados en el tiempo… no puede haber una mejor respuesta que la que no ha engendrado todavía, pero se agota todo, se cierra el telón, se van os actores, ya no hay abrazos, el dulzor de transforma en hiel, la gente reaparece en escena, Cupido ha reaccionado, el vino se desnaturalizó, se disipa el humo, vuelve la cordura, hay que irse, la noche comienza a dar destellos de su muerte y el capitulo queda sin concluir…si tan solo cinco minutos fueran eternos o se dividieran en constantes mitosis, de seguro seguiría prendada de su cuello, bebiendo vino de sus labios que quedaron con gusto a los míos: algo entre tabaco, menta, granadina y deseo.