No sé qué tienes, pero cada vez que me
miras siento en mi corazón el bombardeo incesante de mil flechas atravesándolo
sin pedir permiso antes de la guerra y me rindo ante la tentación de sentir el
amor de nuevo, pese al mandato contrario de mi conciencia, porque ya he sufrido
lo que en una vida y dos más, porque siento como nadie en el mundo y no podría
soportar ver quebrantarse mi voluntad ante tus pies. No sé qué tienes que me
haces desvariar con sólo sentir tu voz deambulando cerca, escuchando los
quebrantos que invaden los tonos claros de melancolía, respirando a tu ritmo y
rogando a Dios que nunca te alejes de mí.
No sé qué tienes, pero me gusta cuando me
mires, que me dirijas una sonrisa esquiva y coqueta en los pasillos, que no me
hables con palabras, pero que con los ojos me digas todo y me dejes fantaseando
la tarde entera hasta volverte a ver y poder pensar en otra cosa que no seas tú.
No sé qué tienes, pero te llevaste mi atención
de tal manera que no encuentro motivo alguno para alejarme del alcance de tu
nombre. Donde termina, se acaba mi mundo y el aire que puedo respirar sin
dificultad.
No sé qué tienes que me es difícil
escribir esto….
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
No hay comentarios.:
Publicar un comentario