Frankitts
Para ti, dónde sea que estés.
miércoles, 25 de octubre de 2023
DAVID, EL DELIRANTE.
miércoles, 23 de agosto de 2023
EL VENDAVAL
lunes, 10 de julio de 2023
LOS FAMOSOS DOS MINUTOS
Dos minutos a solas contigo.
Dos minutos donde no existan espacios entre nosotros.
El tiempo congelado con el misticismo de tu voz cada que pronuncias mi nombre, hechizándome lento e invitándome a pecar. Hay deseos bestiales bailando entre lo común del día. Sé lo que piensas y sabes lo que causas: el fervor de la sangre revuelta en la cacería instintiva desatada entre tú y yo. ¿Quién será presa? ¿Quién será cazador? ...
Siempre ha sido así entre los dos, pese a la distancia, pese a los años, pese a la inmovilidad. Tal vez, por eso te has mantenido tan lejos de mí alcance.
Una vez que te tenga, no habrá vuelta atrás .
Tu voz carcome a mi cordura, me destruye desde dentro invocando a la locura entre gemidos nunca entregados, entre un mar de posibilidades y las lágrimas suplicantes por volverte a ver.
El tiempo se detuvo hace eones, la juventud, sin embargo, se fugó en un abrir y cerrar de ojos y este sentimiento perpetuo de amarte, se hace cada vez más fuerte.
Dos minutos a solas contigo, no necesito más para proponerte el término de esta espiral de dolor y angustia. Tú, yo y una habitación cerrada para retomar dónde fue que nos quedamos y darte el beso más largo de la historia, tanto como el tiempo que llevo esperándote.
Dos minutos, un beso y el descubrimiento del amor debajo de la piel, donde más se esconde la lujuria, debajo y profundo en la piel, muy dentro que cuesta encontrarla a primera vista, pero donde habita tu recuerdo cómodo y cálido.
Ya otro inverno se viene a sumar, otro año se desgasta más rápido de lo habitual y existen días en que elijo olvidarte para llamarte en las noches cuando la necesidad se hace inmensa y la cama vacía no ayuda a amortiguar la soledad. Hay días en que te nombro hasta el cansancio. Hay veces, en que pienso que dos segundos serian más que suficientes para contrarrestar esta década dedicada a la contemplación de un futuro infertil donde no existes.
El sol volvió a dar una vuelta y me encuentro aquí, haciendo un espacio entre pacientes para dedicarte un delirio, un suspiro, un beso, dos segundos y un…. No, es mala suerte decirlo anticipadamente, así que mañana, sabrás que mi amor te abraza cuando tu vida agregue un año más a su historia.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
martes, 6 de junio de 2023
DESQUICIO
Desquicio… desquicio y ansiedad. Noches eternas desgastadas manoseando un quizás, un tal vez, escudriñando alguna posibilidad.
Premoniciones cumpliéndose en tiempo récord. El mundo haciéndose amigo con las conspiraciones nacidas por necesidad. Eclipses, besos, complicidad… Tus manos invitándome al amor: la cadencia, la indecencia y los devaneos.
El placer se hizo habitual y la gente despreciable. ¿Cuánto tiempo duró la hambruna? A un desnutrido, no se le puede llegar y alimentar. NO. De a poco, lento, con calma, a intervalos regulares, pero no de golpe o el daño puede ser mayor. Lo mismo pasa aquí. Es lo mismo con el amor: un calor tenue, aunque constante para recuperar a un corazón destruido, paciencia y adoración. Tus besos haciendo camino. ¿Hace cuánto estás aquí? ¿Quién te dejó entrar? ¿Destino, casualidad? ¿La pandemia?
El mar está tranquilo, siento el hechizo romperse y soy libre. La Luna puede oscurecer al sol. Las olas danzan según mi voluntad, mas no celosas, sino cómplices, amalgamando los gemidos con sus reventares, camuflando la salinidad del sudor con la bruma de media tarde. Ya no les pertenezco, de eso estoy segura. Hay un palpitar errático que advierte un giro en la trama. El plan cambió a penas vi esos ojos profundos acercarse como si nada trayendo de pronto, un impulso de correr hacia el vacío y saltar. Aquí estoy, en caída libre, sin saber qué habrá debajo o si tocaré fondo alguna vez. No importa. Suenan sinfonías de cigarras inundando el silencio, y yo me pierdo en el rumor de una voz seductora que llama por mí, suplicante de atención y deseo.
Hay veces en que no sé qué hacer. Se reinician los sistemas y no hay guías por seguir, y ahí es cuando ataca el instinto dejando el cuerpo a la deriva de sus caprichos, y es peligroso cuando al capricho se le comienza a amar. Esto precisamente fue lo que pasó; trasgredí los mismos límites que había impuesto, necesitando cada vez más cerca su compañía y me perdí.
El cazador se enamoró de la presa.
La presa terminó hiriendo al cazador.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
martes, 14 de marzo de 2023
NOSOTROS NOS QUERÍAMOS DE VERDAD
Te siento y
no te veo. Me angustia cada día esta suerte de normalidad instaurada desde hace eones: tú y yo seguimos atados, habitando en el corazón del otro, aunque
separados por valles y cordilleras.
La vida
transcurre de acuerdo al plan y la proximidad de sumarle un nuevo año a esta
nueva década, me golpea sin piedad cuestionando inevitablemente, que tan
sólidos son mis cabales, al serle fiel al recuerdo de un amor maltrecho, a ti,
a nuestro futuro que nunca llegó.
Te siento,
converso contigo y tu nombre inunda cada hora, cada segundo, todo momento,
mientras la desesperación por besarte cobra más fuerza. De vez en cuando y solo
por hacer daño, conversaciones ya marchitas, desfilan por mis sueños,
resucitando alguna que otra esperanza pobre. De vez en cuando, alguna amiga bien
intencionada me cuenta que sigues en esta tierra, aunque quizás, todavía deseando
encontrarte en el polo opuesto al mío. De vez en cuando, logro encontrar alguna noticia tuya
para alimentar a mis delirios y seguir mezclando los límites de este mundo con
el otro.
Miedo, Arrepentimiento
y Nostalgia. Un abrazo en el viento.
El Miedo
habitante en mí es poderoso. Tardé siglos en conocerlo y un par de veces, nos sentamos a conversar. Fue el primero en lanzar la daga, sin siquiera disfrazar sus intenciones. Tiempo después, cuando
los años comenzaron a pasar, tras la sombra de la cortina, apareció el Arrepentimiento
mostrándome escenarios poblados de encrucijadas. Me decía “mira, esto es lo que
hiciste. Pensaste, sería buena idea ¿quieres saber qué hubiera pasado si…?”
supe entonces el porqué del agua salada en el mar. Tanto lloré que mis ojos se
acostumbraron al ardor constante. Fue un día especifico, hace ya casi una
eternidad, cuando aún éramos niños y el sol de media tarde sofocaba a la
tierra, haciendo arder todo a su paso, cuando tú y yo, por un par de días y sus
noches, estuvimos dentro de las mismas cuatro paredes, tan al alcance que nunca fue
una posibilidad. Ese momento fue marcado por el Arrepentimiento como fecha de conquista
en sus afanes.
La Nostalgia
es mi mejor amiga. Cuando se hace grande, desempolvo la única foto nuestra, le
cuento sobre lo mucho que mis manos extrañan a las tuyas, como mi piel clama
por una caricia y cada vez que en algún sueño, te veo vagar.
-
Pero
ustedes se querían de verdad – una vez me dijo con ganas de querer ser aún más
grande.
-
Sí,
nosotros nos queríamos de verdad… - reí.
Caí a un pozo
profundo lleno de trampas tras volverme tan vulnerable que hasta creí que era una aliada, una que terminó por clavar el último puñal. Aquella frase, precisamente aquella frase, olvidada
entre ya tanta fantasía creada con tal de ti, fue real, esa conversación
de verdad existió y después, ya no había nada.
La Nostalgia
traiciona entre más uno se acostumbra a ella. Conspira con el Arrepentimiento
para coronar como emperador al Miedo. Esa era la idea desde un comienzo.
Antes de
que se cumpla un nuevo año, en esta nueva década, te habré enviado el último abrazo en el viento.
Volverás a
mí, pues ya sé dónde estás: donde el Miedo gobierna y te aisla. Conozco
bien su reino, incluso una vez, pude escapar.
Ya no me
quedaré esperando, porque nosotros, nos queríamos de verdad.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
sábado, 18 de febrero de 2023
ALEGORÍA DE TI
No hay ideas nuevas, los pensamientos se volvieron rumiantes, predecibles y descarados. El deseo lo consume todo. En todo está tu nombre.
Estoy descalza al borde del acantilado donde el mar desgasta su ira contra las rocas, limando nuevos filos que flagelan la piel. Se revuelven las olas, contradiciéndose entre sí para satisfacer los caprichos de las corrientes. Donde decido mirar, hay rastros de masacre, incluso en el interior de este corazón mío.
El día se extingue, pero en el cielo no hay luz, ni una estrella, ni el sol agonizante. La luna se dio a la fuga. Una estela densa de bruma costera cubre los entusiasmos de querer conocer lo que esconde el horizonte. Demasiada sal en el aire, me dificulta la respiración y sin embargo, aquí estoy, ardiendo como un fuego que arrasa voluntades, se alimenta de conciencias y exige el pago de cientos de almas para apaciguar el dolor. Ardo, me consumo y pienso en ti... en tus manos allanando mi inocencia, derribando con una mirada cualquier rastro de dudas, en tus labios silenciando de golpe a los demonios que cargo en los hombros y que nunca terminan de hablar.
Un pie delante de otro y yo sigo hipnotizada por el movimiento lascivo del mar. Grito tu nombre, amor mío, desesperada y me desangro de a poco. Me dejo caer, llena de tu recuerdo casi desfigurado por el correr bandolero del tiempo, cargada de arrepentimientos, pero contradictoriamente saciada de esperanzas por un mañana donde puedas aparecer.
En cada amanecer se crea un mundo y ya al debutar el atardecer, se descompone en nada. Quizá cualquier nuevo mundo te traerá de vuelta a mis brazos ya sin fuerzas que insisten en aferrarse a un momento específico.
Puedo prender llamas al mar si se me antoja, cambiar el curso de las corrientes y del viento, mas aquí estoy, flotando, convirtiéndome en espuma para abarcarlo todo y llegar dónde sea que estés. El agua con constancia, se abre paso incluso por entre la roca más dura... imagina lo que puedo hacer, si yo comando a las olas.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
jueves, 27 de octubre de 2022
LA BUENAVENTURA DE TUS DÍAS
Mis noches, en cambio mi amor, son tan vacías e infértiles,
repletas de tundra y de arrepentimientos. Hay ocasiones en que Dios se compadece
y me deja soñar contigo, luego de escuchar el desfilar de lágrimas antes de
dormir, las negociaciones que hago con tal de una última coincidencia, o
incluso, gritos ahogados de dolor con tu nombre al final. No quiero más, solo
una tarde volver a verte y conversar contigo, o quizá, siendo más ambiciosa, una noche, para redimir el daño, el vacío y el
paso estrepitoso del tiempo en nuestras pieles.
Cuando esto ocurre, soy tan feliz, aferrándome a la creencia idiota de
que de alguna u otra forma, las vibraciones del universo me transmiten tu
buenaventura.
Siglos de silencio, años de ausencia y la esperanza
insolente de seguir esperando por si algún día decides regresar. ¿Dónde estás?
Estas tan lejos de mi alcance, que los acantilados se
volvieron seductores otra vez.
Camino descalza por el filo de las rocas, cuando las olas están
embravecidas, cada vez un poco más cerca del límite entre este mundo y el otro,
sin miedo a no volver con tal de entregar mi vida como ofrenda a cambio de una
visión del futuro y nada, no apareces mi amor, por ninguna parte ¿Quién me
detendrá de caer?
Mi piel está enferma de anhelo.
Mi alma tremula por la falta de su par.
¿Qué dónde estoy? Donde siempre he estado, esperándote.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
domingo, 21 de agosto de 2022
DELIRIO DE TI
miércoles, 29 de junio de 2022
EL TIEMPO SIN TI
Ya perdí mucho tiempo amor mío, esperando por tu regreso. Los ojos se me llenaron de niebla, impidiéndome ver la verdad, hasta ayer: nunca volverías.
Vivía colgada del pensamiento mágico de creer, que solo por desearlo lo suficiente, por rogar en cada noche y por invocarte entre orgasmos, tú vendrías corriendo a mí. Han pasado tantos años, que dentro de poco se hará una década dedicada a la contemplación de un sueño tan imposible como las ansias de echar el tiempo atrás. Tantos años y ni una noticia tuya. Silencio y angustia, en eso se convirtió tu nombre, en desborde de emociones y una cama vacía.
Entrego a la suerte los planes de una vida junto a ti, renuncio a los hijos imaginados en conversaciones infantiles cargadas de ilusión por un futuro que no se presentó, me despido con lágrimas en los ojos de cualquier cosa que resucite algún recuerdo tuyo.
Así como te amo, me duele.
Las noches desde ahora, de seguro serán más largas; ya no tendré con quién conversar en la inconsciencia, no te contaré lo que hice durante el día ni lo mucho que te extraño en cada segundo. Habrá frío y tormentas, hambre y desesperación. Hoy agonizaré hasta desangrarme casi por completo, dejándome solo lo necesario para ver un nuevo amanecer, donde ya no estarás y ya no esperaré por ti. Le entrego mi carne, sangre y sueño a quien me cumpla el anhelo de erradicarte de este corazón, insistente en aferrarse como un cáncer a ti.
El mundo se desajustó después del debut de San Juan entre aguacero y truenos, o quizá, es la cercanía de fechas tan críticas como el cambio de folio, las que me sumen inexorablemente a un vacío profundo como el arrepentimiento de nunca haberte besado. Desde entonces, mi corazón vive en la latencia de la espera, congelado en el tiempo, en mi reino de inmensa soledad. Me pierdo entre la locura de la necedad de no poder admitir que te perdí.
Ya no, nunca más volveré a rellenar espacios en blanco con recuerdos difusos donde fui feliz contigo. No cambiaré la historia para confortarme. No regresaré nunca a ese lugar en el medio de la ciudad, a 14 pisos de altura, con una única ventana y una planta suicida, en donde nos consolabamos el miedo acarreado de lanzarse a lo desconocido, sin otra opción, que no fuera sobrevivir. Nunca más volveré al día en que el cansancio pudo más, y me dormí en tu cama hasta que la luna se impuso alta en el firmamento. Nunca más te veré llegar por el pasillo, cuando entre ajetreos cotidianos, olvidé cocinar, pese a que lo habíamos conversado 2 horas antes. Nunca más mis manos te buscaran.
Ya perdí mucho tiempo amor mío. La carrera sigue avanzando, los planes se van cumpliendo según la proyección y no estás conmigo. Tanto tengo y no te tengo.
Me siento más cómoda en la intemperie que encerrada en cuatro paredes. Busco el ardor causado por el frío, porque me confirma mi propia existencia. Hay momentos cuando pierdo el sentido de realidad y tu voz lo inunda todo, desesperándome por el deseo de encontrarte rondando cerca, pero no, es una trampa puesta por los demonios cobradores de esperanzas. Se me desdibuja entonces, la felicidad.
Moriré de abandono.
Hoy será el último día dedicado a ti, mi hermoso Samson.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER.