martes, 13 de mayo de 2014

EL FAMOSO FINAL


Sigo pensando que en algún momento tendré que despertar,
Porque cuesta creer que en una noche hayas cambiado de opinión:
Nadie desecha tan fácilmente a un gran amor,
Ni menos cuando ha costado tanto el podernos encontrar.

Porque si hay algo en la vida que tiene que ser
Es que te quedes arraigado para siempre en mi pecho,
Que tengas la potestad entera de mi lecho,
Que quedó llorando porque otro dueño no ha de tener.

Dicen que si amas algo hay que dejarlo libre,
Y si vuelve, es que siempre te perteneció,
Y tu cariño llegó, se fue, pasó el tiempo y volvió
Pero no pensé que volvería con armas de tan grueso calibre.

Y así de la nada, disparaste a quemarropa, asesino,
Argumentos tristes que aniquilaron  mi existencia,
¿Por qué no guardaste ni un poquito de prudencia,
Al manipular la decisión de separarnos que traía el destino?.

No puedo creer que este sea el final del cuento,
De los besos que entregué siempre a los mismos labios:
Ciega, sorda y muda, dispuesta a cometer  mil  desagravios
Con tal que continué esta historia en el tiempo.

Me niego a creer que eran verdad los vaticinios de penumbra
Y que al hombre que amaba se le pudrió el corazón,  
Que ya no tendré esos ojos que los miedos me alumbra,

Para salvarme del cuco, que me habla con desazón. 

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

DEDICADO A IGNACIO SUBERCASEAUX  

domingo, 11 de mayo de 2014

PARA SAMSON



Esto lejos de ser una historia para entretener, te la escribo a ti.
Te vi llegar, y también te vi partir un sin número de veces, pero esta vez no te he visto regresar y parece que ya no lo harás, sin importar que yo todavía te necesito conmigo en esa cercanía extraña que nos persigue desde hace ya muchos años, tratando a las buenas y a las malas de reunirnos por mero afán.
Quién hubiera pensado que existía alguien tan parecido a mí y tan distinto a la vez...

De toda las veces que te dije que desaparecieras, ninguna quise que lo hicieras, y si lo dije debes saber que las dije confiada en que te quedarías a cuidarme por siempre. Ahora veo mi error: Para siempre es mucho tiempo, y como dije antes, nunca conocí alguien tan igual a mí, hasta en lo terco y voluble...

Hay veces en que me pregunto qué hubiera pasado sí (toda la vida me lo reprochaste) no hubiera contestado a tu saludo. Qué hubiera pasado sí nunca se hubieran cruzado nuestros destinos.  Qué hubiera pasado sí no hablara italiano....  Quizás, ahora no estaría añorando, por último una despedida decente. Quizás igual nos habríamos conocido, porque el destino insiste en juntarnos cada que puede. Quizás el español hubiera faltado.


Si hay algo por contar, son las veces que anduvimos vagando en la noche, por solo querer vagar, pero tomados de las manos, como "si fueramos inmunes a la plaga de la vejez" aunque, no lo fuimos y atacó, tarde, pero lo hizo, justo ahora que la juventud parece ser un recuerdo triste por el cual llorar.
Sin embargo, querido amigo, el problema que ahí radicaba es que nunca fuimos jóvenes. Ya teníamos demasiado tiempo viviendo vidas sin lograr reencarnarnos, siendo almas viejas en mentes viejas con recuerdos viejos y añoranzas de tiempos viejos.... Pese a que el mundo insistía en contradecir los hechos...
Nunca fuimos jóvenes y lo sabíamos....
Nunca fue menester encontrarnos en esta vida, pero igual lo hicimos.



A estas alturas del partido, vale decir que aún se esboza una sonrisa ligeramente incipiente en mi rostro cuando escucho una que otra canción que me recuerde a ti, a los sobrenombres que mil veces me cambiaste, cuando desfilan por las nebulosas de mi decrepitud, las veces cuando la noche se hacía lisonjera y nos dejaba escaparnos en supuestos de futuros venideros, pasados que continuaban siendo un misterio aunque solo polvo quedaran de ellos y un presente tan ambiguo como la integridad de la noche.


No pretendo, bajo ninguna forma, tratar de manipular al destino en sus decisiones, pero si hay algo que puedo hacer es poner mis descargos en letras y frases, aunque la mayoría nos hará razón solo a nosotros dos, para así darle tranquilidad,  pese a que sea pasajera, a los pensamientos insidiosos que insisten en molestar cuando no hay fuerzas para combatirlos.  No pretendo marcar ni un antes ni un después en todo este asunto, solo quería dejar en claro que nunca hubo alguien tan parecido y tan diferente a mí.  De igual forma busco únicamente escribir que extraño a mi Samson, pese a que ese Samson ya desapareció.


ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER. 
© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.