martes, 29 de diciembre de 2009

ABRIR LOS OJOS



Abro los ojos, en nada pienso,
Buscando una escusa para dejar de despertar,
Mientras la luz cae y los parpados tenso,
Respirando una, dos, tres veces antes de volver a pensar.


Abro los ojos y recuerdo algo distorsionado,
Sin embargo, siento en las entrañas,
El crecimiento de los sueños inundado
De todas esas cosas que a mi vida son hurañas.


Corro las cortinas perpetuando en el umbral
Alguna de las quimeras oscuras, volátiles y dulces
Que quedarán dando vueltas en el plano cerebral
Apenas se vuelva a la cordura con las primeras luces.


Corro las cortinas queriendo regresar a la cama,
Pues los ánimos no son buenos, no existen ganas
De seguir viviendo siempre con miedo al mañana,
De seguir esperando a que mi cabellos se tornen en canas.


Corro las cortinas, apago el cigarro y prendo una ilusión,
De pronto aparece en el horizonte una figura de pasos tambaleantes
Y un sentimiento, como nunca antes, inunda mi corazón,
Al ver que él regresa por el mismo camino por el que se fue antes.


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

miércoles, 23 de diciembre de 2009

¡QUÉ SEAN LAS DIEZ Y MEDIA!





¡Qué sean las diez y media por favor!
Que las ansias me destruyen por segundo
Y el reloj no avanza, deteniendo el resplandor
De mi deseo entre vivo y moribundo.

¡Corre minutero, deja atrás a la madrugada!
Corre y tráelo contigo, que necesito verlo,
Besarlo, y seguir estando a conciencia embelesada
Y poder, entre mis lánguidos brazos, tenerlo.

¡Qué sean las diez y media! ¡Oh Dios!
Agota mi agonía completa y desquiciada
Que me retiene aquí, separando a este corazón en dos,
Y entre problemas de matemática crueles, enclaustrada.

Que se extingan las barreras de paredes y vidrios viejos,
Que se acabe la estúpida clase y continúe mi vida,
Que ya no aguanto, de verdad no aguanto, que esté lejos,
Justo hoy cuando parece haber sanado la herida.

¡Qué sean las diez y media y suene frenética la campana!
Para que mi pupila vea su imagen afuera parado.
¡Qué se congele el tiempo y jubile la mañana!
Pero no, el reloj sigue estancado.

¡Qué sean las diez y media para verla salir!
Piensa él, con frío y fuma algo de tabaco,
¡Qué sean las diez y media  y no tener que morir
Al no escuchar el sonido melodioso de sus tacos!

¡Qué sean las diez y media! ¡Atiendan luces del cielo!
Y manden respuesta a los problemas numéricos,
Que tiene que saber, como sea, que la quiero,
O llévense pronto mis sueños cadavéricos.

¡Qué sean las diez y media que ya se me acaba el cigarrillo!
Y Cronos se burla de mí por estar parado como idiota,
Aunque no le pongo atención y hurgo entre los cerillos
La esperanza de que el tiempo se agota.





¡Qué sean las diez y media! Sólo eso y no es mucho, pido
Que los engranajes giren y giren y vuelvan a girar,
Hasta el colmo insostenible de un mero silbido
Que ahogue mis oídos y que ella me pueda mirar.

“Ya son las diez y media” pensaron a dúo,
Y no saben si salir, entrar, quedarse simplemente donde están,
Si aguantar las ganas de decir “te quiero” o “cómo actúo”
Si están listos para empezarse a amar.

Y sale ella y entra él, se abrazan, se besan,
Se adoran como desde hace tantos años pasados,
Y se encuentran rehenes, torpes presos

De las garras de un cariño que los tiene condenados.

ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

lunes, 21 de diciembre de 2009

Escucha las campanas


Escucha las campanas. Levántate de mi pecho,
Ya es de mañana y se nos ha escapado la noche entre juegos.
Las estrellas han aprendido de todo lo que hemos hecho,
Ha aparecido el sol haciendo a la luna relego.

Escucha las campanas. Hay que salir del lecho,
Se hace tarde, desenredémonos los cuerpos,
Volvamos cada uno a sus vidas por derecho,
Mientras esperamos que muera el tiempo.

Escucha las campanas. Deja de merodear en el techo,
Ven, recuéstate a mi lado otros dos segundos. Ahora,
Fantasea con la atadura de mis caderas al asecho…
Son tuyas, aunque sea por solo unas horas…

Escucha las campanas, amante maltrecho,
Corre lejos, bésame y sigue corriendo. Conviértete en fugitivo.
Entra en el molino, escóndete entre el afrecho,

 Y bésame, antes de acabar con el amor destructivo. 




ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.