viernes, 27 de junio de 2014

EL FAMOSO AMOR IMPOSIBLE

Mis mejores poemas los escribí con llanto,
mis mejores versos fueron dictador por mi dolor,
el dolor lacerante de amarte sin esperanzas,
con la pena más intensa que sufre un corazón. 

Añorar unos ojos y desear unos labios, 
sabiendo que jamás en la vida se les podrá tener,
sentir en mis venas el calor de mis manos, 
y la daga maldita que es su querer. 

Amar a un imposible... ¡No hay dolor más amargo!
¡Qué humillante con esta cruz cargar!
y morir cada día de celos, de ansias, 
deseando el olvido sin poder olvidar. 


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
Rancagua, 26 abril, 2006. 

miércoles, 4 de junio de 2014

PARA IGNACIO



Tiene que haber una forma de sacar este dolor del pecho,
Aunque ya he intentado todo y todo lo he hecho,
Excepto exorcizarte para siempre de mi vida
Y emprender en sentido contrario esta postergada huida.

Si en la vida se llora un mar, cuántas vidas llevo llorando
Porque por tu causa se secaron mis ojos y me sigo ahogando
Y parece ser que no hay término certero
Y me queda por llorar aún un mundo entero.

Cómo  si hasta ayer tu vida se resumía a mis besos,
Hoy condenas a mis caricias a permanecer en suspenso
¿Tan poco te valió la ofrenda de mi corazón?
Que hoy no admites ni perdón, ni asilo, ni razón.

Róbame la vida de un golpe, pero no vuelvas a hablarme
¿No vez que me destruyen tus palabras que dicen odiarme?
Porque sé que es mentira y que hablas por despecho,
Al pensar que es con otro con quién comparto el lecho.

  
Pero date cuenta que yo sí te amo y como nadie amó a otro,
Que fui capaz de perdonar mil veces las llagas de mi corazón roto,
Dolor, traición, los años perdidos y todo con tal ver verte sonreír,
Y tú ni siquiera mi voz te dignas a oír.

Y si has de crucificarme por algo que nunca fue real,
Te lo concedo, pero tengo que decir que siempre te fui leal,
Incluso los años que te fuiste bajo el vuelo de otra falda,
Llevándote con eso el aire de mis pulmones y todo rastro de calma.

Y si después de todo no quieres aceptar explicación,
Deja entonces de pedir al cielo por expiación,
Porque tú fuiste el verdugo de nuestros destinos

Y en el cielo no admiten a los asesinos.



ESCRITO POR:  FRANCISCA KITTSTEINER  
© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.