miércoles, 13 de enero de 2016

NOSOTROS EN SUSPENSO



Sé que me viste, desde la distancia más ínfima en un universo condensado entre nosotros dos. Al alcance de dos pasos y una vida en suspenso. Tras tantos años de espera para que nuestros pasos se volvieran a topar, pero la suerte es mezquina e hizo que  desde mi auto viera pasar el tuyo, por el camino que millones de veces transitamos los dos y que en secreto, sigo recorriendo  por si los azares, quizás, en algún momento, nos vuelven a juntar. La suerte es mezquina…
Sé qué me viste, por esa indiferencia barata que corroe lo que alguna vez pudimos ser y que alcancé a percibir en tus ojos magnéticos, que pese a todo, escapan a los míos, por temor a que los años pasados vuelvan a la vida, tras dejarlos bien enterrados, quemados y olvidados. Sé de tus miedos  a cerca de desatar  viejas pasiones que luchan por mantenerse pendientes del tiempo. Yo también tengo miedo.

Sé que me viste porque te conozco con certeza de lo absoluto, tanto como para apostar la vida a que más de una vez mi imagen pasa por tu cabeza, despertando dragones dormidos con mi nombre grabado en el pecho, y que así mismo es la amalgama de todo lo que pudiste tener y lo que nunca fue tuyo. Tan al alcance y  tan distante  Siempre contigo, pero nunca para ti...
Sé que me viste porque el mundo cambió; algo volvió a lo conocido, como si nunca se hubiera dejado el hogar, el olor a tierra mojada y las conversaciones de pájaros negros volando sobre una cama vacía. Todo eso reducido a un segundo, a un par de metros, a la posibilidad de todo y con los miedos  por nada. Todo convertido en vacío. Todo hecho trizas. Todo acabado. Todo en la encrucijada entre tu casa y la mía.


Sé que me viste, porque nosotros, todavía estamos en suspenso. 


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 
© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.