viernes, 3 de agosto de 2012

FASCINANTE




Fascinante, simplemente fascinante como logras adueñarte de mi pedazo a pedazo estando tan lejos y seguramente en brazos de otra. Vienes y tomas lo que quieres: sueños, pensamientos, palabras, deseos, suspiros extasiados en lujuria que nunca sentí, sino hasta ahora.
Es fascinante todo lo que te envuelve, la vorágine radical de belleza y perdición que de apoco consume mi cordura, siéndome caer en un charco de pecado tan inocuo como pueden ser tu ojos: la combinación perfecta entre salvación y condena, la luz y la sombra, el cuerpo y el alma…
No quiero redención, por primera vez en los siglos que respiro, quiero arder como un leño seco que yace en las llamas de un bracero, pero contigo, hombre de ojos de candiles, espejos con cuchillos que  delataran tus afanes al verme aparecer tras las puertas de un salón, solo para ti.
Fascinante es la forma en que me han mostrado el futuro los dioses cuando estaba en letargo: una taza de café en cálices olvidados, un abrazo en medio del caos,  un trago y la interrogante del lugar ¿tu casa o la mía? ¿Qué vendrá luego?  ¿La muerte en tus brazos ahogad de placer?...
Es absolutamente fascinante el hecho de pensar que sin dirigirme una palabra que alentara mis fantasías, al mero contacto de tu mano sobre mi hombro deshicieras mi piel como si fuera ficticia y descubrí que soy tuya en cuerpo, mente, perversión y beneficencia. Eres dueño de lo que posea, así que ven y tómame como ofrenda, sacia la sed de los dioses con mi sangre y luego conviérteme en tu esclava que dejaras exangüe por las noches y placida en as mañanas al despertar anclada al pecho donde palpita tu corazón, mi amor, que ya para entonces, latirá al son de mi nombre.

Termina de fascinarme cubriéndome en pétalos de rosas, besos clandestinos aparados en las tinieblas, caricias desmesuradas, pero propicias para nosotros, que tanto las requerimos. Besame hasta el final de los años, de principio a fin, hasta que se  fusionen nuestros labios y ya no sepan vivir sin probar el caramelo que se escapa de tu boca o de la mía. Calma las pasiones que se alzan embusteras cuando estoy de viaje con Morfeo y que de madrugad se extinguen como un Fénix, y como aquel, renacerán de sus cenizas la noche siguiente.
Fascíname y convierte esta cordura en desquicio la sea en abundancia y mis deseos en romance. Te pido, sin decir nada, que me adores y hagas que se cumplan las profecías, que ya en mi mesa te espera tu taza de café. 



ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

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