martes, 6 de mayo de 2008

una rosa, una copa y una cruz...

Una copa, para verter el gélido veneno que congelará mi respiración para el resto de la eternidad, o lo que dure mi estadía en el mundo del dolor y en el de los pensamientos perdidos...Una rosa, donde encontraran termino las miles de lágrimas que lloraré al afrontar mi desdicha, el que tú ya no me amas, el que nunca lo hicieras, el que me metieras a la cara, cual preso temeroso de enfrentarse con la verdad de su crimen, al ver como yacen los restos inertes de su víctima en el piso.
Y una cruz para sobrellevar la carga que implica el conocimiento de los pecados cometidos a través de una vida larga y oscura, que nunca vio la gracia nacida en la luz de la felicidad.

Una copa, para poder emborracharme hasta la inconciencia, pensando en poder olvidar los recuerdos austeros que lastiman mi espiritu sin dejarlo nunca en paz con su propia conciencia.

Una rosa que cautivará un instante a la retina de mis ojos, que me dejará flaquear respecto a mi destino, y que me hará preguntarme si es que vale la pena renunciar a todo en un momento de debilidad.

Una cruz para estar cerca de Dios hasta que se acabe el mundo, o hasta que él decida, dejar de ser Dios para marcharse y olvidarse de todos los cretinos vivientes en un planeta que no saben valorar.

Una copa para convertir una noche de pensamientos suicidas en un ocasión de elegancia pura, cuando mis lánguidos brazos levanten la copa y a través de la tela con olor a naftalina de mis guantes, se pueda percibir el calor que emite el brebaje siniestro, las palpitaciones mundanas de un corazón derretido y convertido en líquido.

Una rosa para amenizar el olor a sulfuro que carcome todo a mi alrededor, cuando empiezan a trasladar el infierno desde las tinieblas hasta mi lado y se comienza a abrir la tierra mostrándome lo que muchos ya conocen, pero que para mi es un misterio ancestral.

Una cruz que me salva de todo, cierra la tierra y convierte los sulfatos en fragancias de flores ya extintas e hibridiza el veneno en vino añejo con gusto a caoba. Destruye mis pensamientos funerarios y combate la oscuridad. Llena todo de luz cobriza y me hace digna de mirar al cielo y dar gracias por la vida.....


ESCRITO POR FRANCISCA KITTSTEINER

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- Franykityzado por Klaus, ©2009.