miércoles, 27 de mayo de 2009

POSIBLEMENTE....


Posiblemente te hable cuando te vea, posiblemente porque eso digo ahora, que estas lejos, ahora que no sabes que escribo mis planes; tal vez cuando te vea colapse en rubor notorio que dejará al descubierto lo que permanece oculto incluso para mí, pero no para el resto del mundo.

Posiblemente sueñe contigo más de una vez y desataré mis deseos en lo utópico para llenar los vacíos que deja mi realidad. Tocaré tu rostro y sentiré el calor de tu cuerpo y deseare morir por no poder hacerlo cuando caído a tu lado, porque mis manos son torpes y mi voluntad es débil.

Posiblemente nos toparemos caminando en círculos, uno tras el otro hasta perdernos en los laberintos de unos pies cansados por el tiempo, ansiosos de correr hasta el curso del consiguiente, pero no podremos, porque será tarde y yo ya no estaré, posiblemente, pensando lo mismo que tu.

Posiblemente nos hemos equivocado: ni tú debiste mirarme, ni yo debí quererte como lo hago. Nos hubiésemos ahorrado tanto sufrir, tantos sueños, tanto tiempo, tanta vida y tanto deseo.

Tú no serías por quién escribo y estaría dedicando líneas a otro hombre, amando a otro, rogando a Dios por la fuerza para ir y darte un beso que difumine las dudas de mi cabeza y calle las voces de aquellos que osan interferir entre nosotros.

Y yo no sería esa que causa tu penar. No trabajarías en una conquista que será solo eso: una conquista con ánimos viciosos de convertirse en un romance Shakesperiano.

Posiblemente sería feliz estando sola y no teniéndote en compañía del recuerdo borroso del primer-último encuentro que nos trasladó a un lugar y momento justo, disolviendo a la gente que rondaba alrededor nuestro, inquisidoras de acontecimientos que repartir entre almas inexistentes en un segundo. ¿Recuerdas? Éramos tres: tú, yo y unos trescientos a quienes olvidar.

Posiblemente las canciones no tendrían un gusto a tus labios, ni tus manos tocarían las mías entre los acordes de una guitarra polvorienta que llora por vernos distantes y tan cerca, porque no nos decidimos entre el sí y el no; y la mutación de una voz carcomida por los fantasmas de los tangos ancestrales y los poemas triste de Lope de Vega.

Posiblemente yo debí atreverme y perder el miedo a mirarte a los ojos y tú debiste haber tenido paciencia. Ahora que muero por ti: me desprecias. Y cuando tú morías, yo estaba ahí, dispuesta a recogerte del suelo y darte un soplo de vida, pero nunca moriste. Te fuiste agonizando a refugiarte entre los cuidados porfídicos de mujeres, dejándome relegada a un espacio oscuro con olor a ti.

Posiblemente miraría las estrellas y las llamaría por su nombre, pero tras compartirlas todas contigo, han adoptado tu nombre, formado tus ojos en cada resplandor que dan cuando deciden morir indemnes.

Posiblemente podría refugiarme en un par de cigarros añejos, pero sería inútil, porque no son tú y tú no eres ellos.

Ya no me queda nada que no me traiga a la memoria algún trozo de tu existencia.

Posiblemente, tendré que esperar hasta que aparezca otro que elimine tu recuerdo por un tiempo y sufriré por él hasta que vuelvas tú….

¿Te quedas conmigo?....posiblemente….contestarías….






ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.