viernes, 29 de mayo de 2009

paro de profesores

Hemos de dar un cambio drástico en el sentido de mis escritos, pero es que la molestia que me produjo escuchar hablar a una “señora”, porque supongo que es educada, aunque sus palabras me hacen creer lo contrario, dijo hoy en la radio, cuyo nombre no interesa, que los profesores están perjudicando a los niños al dejarlos sin clases y sin poder aprender, y que el gobierno debería sancionarlos como muestra de una escarmiento propio para tal impertinencia. Claramente he adaptado las frases a unas más armadas, ya que, siendo franca, no se puede repetir lo dicho por otras personas.

Pienso que la gente en general está haciendo comentarios de situaciones que no son de su incumbencia, y que no se informan para poder hablar como corresponde, sino que se dejan llevar por el famoso: “me lo dijo alguien” o “lo escuché por ahí”. Cosa que, personalmente, me causa un grave complejo de nauseas rotundas, por la poca cortesía de la que se valen estas personas para inmiscuirse en temas que no les corresponden.

Por otro lado, debemos pensar que es ahora o nunca cuando los profesores tienen que tomar las riendas de su destino y transformar la perspectiva que el mundo extradocentes ha tomado, cambiando el rol que les corresponde por sacramento a uno de “empleados domésticos” sin despreciar a quienes trabajan en ello.

Lo que me causa desagrado es que estas “señoras” se creen con el derecho de amenazar a quienes se les plazca porque sus hijos se encuentran en casa. ¿Es necesario recordar que con la “marcha pinguina” del 2006, los profesores apoyaron cien por cien, los paros nacionales, las tomas, y las causas por las que peleábamos? ¿Hay que trazar un lazo anexo, que sea notorio, que haga abrir los ojos, que todo esto que está aconteciendo, ha sido una forma de resguardar la seguridad escolar, al no tener clases y prevenir el contagio es esta pandemia atemorizante? ¿Hay que explicar a la sociedad, que lo que se pelea, es por plata que han malgastado? ¿Qué pasaría si a algunos de estos personajes cómicos que se les ocurre hablar, les tocan el bolsillo? ¿No se verían en la misma condición que los profesores?

Da que pensar el tema, pero claro… eso es mucho pedir a una población yoísta, que solo se preocupa del propio bienestar, y el resto, que se pudra, así de simple….


Otra cosa que me tiene mal, es que la JUNAEB sigue impartiendo las raciones de alimentos destinadas a los “niños prioritarios”. Es claro que no es de ellos la culpa, tener padres mediocres, que piensan que el gobierno tiene la obligación, porque eso es, de alimentarlos, mantenerlos, comprarles computadores y demaces. ¿No encuentran ustedes, queridos lectores, que es una forma de incentivar a la gente a sentirse libre de armar comentarios perfiditos a gusto y placer?


Saquen ustedes las propias conclusiones, pero era algo que no podía dejar pasar, por dos motivos:
1) A mi me educan profesores, al igual que a los hijos de estas “señoras”, y debemos apoyarlos.
2) Mi madre, y mi tía, son profesoras. Razones suficientes como para desencadenar una batalla.


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

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