martes, 21 de junio de 2011

ABUNDANCIA


Tengo ganas de no sé qué... tengo nostalgia de recuerdos que no poseo. Tengo calor de la tibieza de un cuerpo a mi lado, sin que haya alguno que pueda abrazar. Tengo esperanzas de deseos que aún no imagino y satisfacción por logros que todavía no concreto.

Tengo ganas de besar unos labios cercanos que se encuentran a millas de distancia desde donde me enraízo ahora.

Quiero cantar sonetos que no se han escrito y de recitar poesías dedicadas a quien no ha nacido. Tengo orgullos rotos por batallas que ni se tratan de pelear y cicatrices en el cuerpo de esposas forjadas. Guardo angustia por amores inoportunos sin, todavía, poder amar a alguien mero. Tengo deseos de dormir sin estar realmente cansada.

Tengo ganas de un café con menta, sentarme en el balcón y fantasear con las historias que nadie ha contado, silbar al viento, extender los brazos y entregarme a la libertad que ahora me agobia, respirar tan solo una vez, sin la polución que exanguina mis pulmones lastimeros, exorcizar el peso de las responsabilidades y desdoblarme de la realidad.

Tengo ganas de mojar mis pies en el mar, escarbar en la arena hasta llegar a China y devolverme, caminar mar adentro sin llegar ahogarme, jugar con las sirenas y provocar naufragios con mi mirada, ser la causal de la muerte de los bárbaros y seguir como si aquí no ha pasado nada.

Tengo ganas de seguir escribiendo eternamente, pero algo que trascienda mi existencia, aunque no hay tiempo y verdaderamente, hay fatiga en mi cabeza, sequía de pensamientos y emociones a flor de contacto. Hay romance, hay locura, hay lasitud, y todo lo que puede haber, sin embargo, no soy capaz de darme cuenta.


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

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© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.