domingo, 22 de septiembre de 2013

SUENAN LOS VIDRIOS



Suenan los vidrios, corre viento en los caminos,
Es Enero 24 y la marea agita a las sirenas
Que gritan y con eso despiertan la sangre en mis venas,
Mientras se apresuran los autos y aúllan los caninos.

Rompen las olas tristes en los roqueros entumecidos
Y se me  escapa el sueño por los recodos de un rezo
Que elevo al cielo pidiendo por encontrar en un beso,
El alfabeto de palabras impresas en los gemidos.

Las sabanas pesan, se congelan y fatigan
Por la espera milenaria de la llegada de aquel hombre
Que escriba en mi piel con caricias de fuego, su nombre,
Que solo me quiera sin importar lo que le digan.

Gélidos los pies buscan el calor perdido
Y les da miedo correr porque está oscuro y callado,
Los ojos miran el cielo y lo ven nublado,
Vaticinando el regreso de los truenos con ruido.

Mi nariz huele a la distancia un perfume conocido
Y se dibuja la sonrisa que mis labios habían olvidado,
Obligando al corazón, entre palpitaciones exaltado,
A recordar aquel rostro que se ha desvanecido.


Reviven las lágrimas que lo tenían lejos enterrado,
En el panteón de los momentos vencidos,
Consumiendo las fuerzas, el frío, el suplicio concebido
Presenciando otra vez, los mejores tiempos evocados.

Se deshace de apoco la clausura del lecho,
Sintiendo en mi cuerpo el calor encontrado,
Que trae uno similar contra el mío presionado,
Y que termina agotado durmiendo en mi pecho.

Ya no suenan los vidrios, ni corre viento en los caminos,
Ha cambiado el día y queda el mar intacto,
Sigo teniendo frío, lo percibo en el tacto,
Pero ya no me importa, hoy sé que se cruzan los destinos.




ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.