lunes, 23 de marzo de 2009

CONFESIONES DE UNA ESTRELLA


A tres dedos de la luna me encuentro
con más pesares que el diámetro de ella
siendo confidente de cientos,
siendo nada más que otra misera estrella.

Alumbraré más que el astro en su vida, hizo nunca,
formando constelaciones con nubes estacionarias
virginal, inalcanzable, teniendo por pugna
las mil y una historia de amor imaginarias.

Hasta el momento en que decida al vacío lanzarme
dejando un rastro de cósmiscas ilusiones
mientras los brazos se estiran tratando de alcanzarme
y pedir el deseo morir entre canciones

Tres segundos durará mi luz celestial
y millares de voces se alzaran pensando
en el paradero de la estrella que ya no alumbra monumental
el espacio gris del cielo arrebolado.

Cinco segundos quedaré en el inconsciente popular
antes de que el éter acapare de nuevo las miradas
aunque pasaran milenios antes de que espacio se vuelva a poblar,
de luz incandescente, para las personas enamoradas.

A tres dedos de la luna me encuentro, sola
y nadie más que yo, brilla tan alto
odiada por los otros que componen mi estola
de radiación romántica y agridulce canto.

Sueña un pensamiento, siente la amargura
de ser observada siempre y completamente
aunque sepas, que es por la luna
y jamás por ser la estrella que alumbra en la mente.

Mi luz duró seis segundos
y el olvido...el tiempo en que se muere el mundo....


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

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- Franykityzado por Klaus, ©2009.