¿Qué tengo
que hacer para que me quites la ropa,
Y traigas
revoluciones eróticas a mi puerta entreabierta,
Suspiros
atragantados de placer explosivo
Y esa
desnudes primitiva?
¡Qué ganas
que aparezcas enardecido
Cuando las
luces se apagan y el silencio estorba,
Besando
las uniones de mi piel excitada
Por
sentirte cerca, mío y dispuesto.
Consumirte
de a poco, como si el tiempo no existiera,
Tocarte
sin pudores donde Dios prohíbe el paso,
Desabotonarte
enfurecida la camisa que entorpece
La
colisión del contacto de tu pecho en mi pecho.
Darle
rienda suelta a mis depravaciones, pero contigo,
Ser cómplices
en el secreto clandestino del sexo,
Ahogando
la vida en un gemido supremo
Que
termine para siempre con mis fantasías en tu cuerpo.
Encerrarte
con llave un día entero para hacer contigo lo que quiera,
Desatar el
caos en el rededor por la exasperación
Del
encuentro final que nos hace falta
Y que nos
debemos desde el día en que nos vimos.
Dime que
no me haz imaginado en cueros,
Hechizándote
con el vaivén de mis caderas
Provocativas
hasta tus bajos instintos:
Una diosa
pagana que te pide por sacrificio.
Tómame sin
preguntar, en un rincón oscuro,
Bésame
cuantas veces te plazca y no te atrevas
a detenerte,
Encadéname
a ti, no me sueltes y quítame la indumentaria
Y
recórreme siniestro de cabeza a caudal,
bien caudal.
Dime que
cuando me miras no me sacas la ropa con los ojos,
Pero por
qué no vienes y lo haces con tus manos,
Fúndete en
mis movimientos hipnóticos y muerde del pecado,
Condénate,
pero a permanecer enredado en mis sábanas.
Quítame el
aliento, come de la carne al vivo del deseo,
Explora
lugares que nadie ha explorado con ahínco,
Introdúcete
de a poco entre mis muslos expuestos
Y sorbe de
mi ombligo la ambrosía en rocío por el sudor.
Haz que mi
alcoba de transforme en el infierno,
Llévame
entre caricias de regreso al cielo,
Observa la
majestuosidad de los senos eclipsados
Por mis
cabellos largos revuelto por tus dedos.
Tortúrame
al quitarme tu boca de repente,
Y dejaré
mi marca en tus espalda con mis uñas,
Trazaré
los mapas del tesoro camino al ecuador,
Donde
perderé mis cabales al llegar al abismo de tu cinturón.
Juega
conmigo a inventar el éxtasis,
Y ten en
cuenta que nadie habló de amor,
Solo
quiero sofocar la llama terrible
Que encienden
tus ojos hermosamente azules y sulfurosos.
Perviérteme
a tu gusto, arriba o abajo,
Salvaje,
delicado, clandestino o mío y solo mío,
No me
pidas permiso ni me des explicación,
Solo ven y
tómame y haz conmigo lo que quieras.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER
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