Secretamente, anhelo un sueño con él esta noche. Es la única forma de mantenerlo presente, porque el
universo, siempre tan pequeño para encontrar el olvido cuando se le exhorata de rodillas piedad, explotó en expansión
para no volvernos a juntar, pese al imploro una posibilidad para redimir lo que
tenga por redimir.
Soñaré con él hasta que la fortuna me sonría y me lo traiga
en carne y hueso y me lo ofrezca para saciar la sed incrementada por su
ausencia, aunque tenga que hacer caber esta cuidad en la cabeza de un alfiler para tenerlo
cerca, alcance de mi vista, donde mis manos puedan tocarlo y convertir su
respiración en el oxigeno necesario para seguir viviendo.
Condensar al mundo con tal de tenerlo tan cerca
como solía estar en verdad…Recurrir a las fantasías es el último
recurso que va quedando para preservar su memoria.
No quiero soltarla aún.
No quiero perderle
del todo.
Quiero volver a ser Delilah seducida por Sansón.
Dios, si me escuchas, hazme
soñar con él porque agonizo de esperanzas tan aferradas a la vida que extinguen
la mía. Dios, si me eschuchas, cóbrame penitencia por todos los males cometidos, multiplica el castigo y déjame pagar por el mundo la maldad imperante si con eso me permites verle antes de morir. Dios, si me escuchas haz que vuelva.
ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER.
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