viernes, 24 de enero de 2020

CON TAL DE TI




Los días avanzan tristes sin más, consumiéndose entre los vahos de un calor infernal: despacio, robándome la vida sin que me de cuenta. Se llenan de fantasías mis pensamientos y poco a poco son invadidos  por susurros de ultratumba contando pesares que nunca dejan de doler. 


Hay angustia en mi corazón. Hay caos y destrucción rondándome. Es tan diminuta la franja entre la cordura y el desquicio que ya no sé bien dónde fue que dejé mis pasos.
Hay una voz en mi cabeza, aunque no sé si es mi conciencia o un demonio; de igual forma, los dos atacan: donde más duele, donde sé que fallé, donde no puedo reparar.

Existe un rumor en el ambiente, una suerte de profecía revelándose de a poco, obligándome a afinar mis sentidos, para después desatar especulaciones cuando el sueño es escaso: una perturbación en la atmósfera, algo así como el aviso del fin de los tiempos o quizá el retorno de tus ojos a mis amaneceres.

Se me va la vida… ¿Vida? Esto es dejar acumularse las horas, hacer de las semanas un bulto de segundos, para después diluirse en el vertedero de los años. ¡No señor!  ¡Esto no es vida! Es la persecución incesante de una empresa perdida desde el comienzo de la historia, es seguir creyendo que, al despertar, tú estarás aquí.

Esto es el delirio de un loco, una súplica de libertad, es pedirle a los cielos la expiación de los pecados cuando ya no alma por salvar. Es la ofrenda y la condena. Es la sangre y la carne. Es la podredumbre que deja el amor amado a medias. La resolución del asunto, mi grito desesperado con tal de ti.


ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER 

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© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.