miércoles, 24 de julio de 2013

CARAVANA



Y un día tembló la ingenuidad,
Cuando más tierna dormía la ilusión,
Atacó la sapiencia sin impunidad,
Sobre lo menesteroso de tenerte en la habitación.

Y así fue aumentando tortuosa la ansiedad,
Por profesar sin tapujos tanta devoción,
Perdiéndome en la mixtura de infierno y divinidad
Porque cuando tocaste mi cara, perdí mi absolución.

Maligna la concepción de toda esta poesía lisonjera,
Contando vaticinios de bizco aguacero prematuro,
Sin mostrar la naturaleza que dedujera
La finalidad de seducir a un amor ya maduro.

Cansado el suspiro en el tiempo se hubo congelado.
Y por la cacería se condensa bilis espesa,
Tras dejar reposando frío y en el lecho tirado,
Mi más reciente y última presa.

Cómo iba a saber yo ¡Oh condena!
Que terminaría hablando tonterías purulentas,
Engatusada de nuevo por una fantasía terrena,
Entrelazada de palabras baratas en venta.


Cómo iba a imaginarme que amaría,
Cómo iba a tener eso en cuenta,
Cómo iba a saber que en tus brazos moriría,
Porque mi deseo tu nombre frecuenta.

Dime, cómo iba a ser capaz de prevenir,
Que con tus ojos me alejaría del pasado,
Que con tus labios, sin querer volvería a sentir,
Cosas que ya creía haber olvidado…

¿Cómo? 





ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

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- Franykityzado por Klaus, ©2009.